Contenido
- Alucinaciones periféricas
- Cambios en la percepción visual.
- Sensibilidad a la luz
- Alucinaciones
- Consejo médico
La ansiedad se puede experimentar como episodios de preocupación, pánico o incluso durante días y días sintiéndose al límite y luchando contra el deseo de deshacerse de las presiones y preocupaciones del público, el matrimonio y el entorno laboral. Puede resultar en cambios en la visión, como alucinaciones, sensibilidad a la luz y diferencias en la percepción de un entorno o incluso de la realidad. La ansiedad también puede causar migrañas debido a cambios en la visión. Si la ansiedad o el pánico son graves, deben tratarse con medicación psiquiátrica, que puede detener la ansiedad y sus efectos en la visión y la percepción.
Alucinaciones periféricas
Las alucinaciones periféricas ocurren cuando ocurren alucinaciones en la parte de los ojos relacionada con la visión periférica o fuera de la parte posterior de los ojos. Estas alucinaciones pueden variar de persona a persona, dependiendo de la cantidad de estrés, ansiedad o coacción a la que estén sujetos. Algunos pueden informar que solo ven un borrón de color o una forma pasajera, mientras que otros pueden ver una figura en la sombra o algo bastante aterrador y amenazante.
Cambios en la percepción visual.
La percepción de profundidad y altura puede cambiar durante períodos de miedo extremo. Una persona puede tener problemas para identificar el espacio, la altura y las dimensiones de su entorno, así como su relación con ellos. Puede producirse una disminución o sensación de distorsión en el tiempo y el espacio, especialmente durante los ataques de pánico o ansiedad graves. Durante momentos de estrés o ansiedad agudos, el cuerpo cierra todas las funciones corporales innecesarias. Por ejemplo, la digestión se detiene porque no es necesaria. Solo las respuestas al miedo llegan al cerebro, lo que puede ser una de las razones por las que estas extrañas sensaciones se vuelven prominentes y prominentes.
Sensibilidad a la luz
La sensibilidad a la luz suele deberse a la dilatación de la pupila. La pupila se expande en respuesta al miedo. Mientras tiene miedo, el sistema nervioso simpático conduce a la dilatación de las pupilas. Este sistema es parte del sistema nervioso autónomo, que no está controlado por el cerebro. El sistema autónomo puede desencadenar respuestas primitivas a estímulos de miedo o ansiedad, como la dilatación de la pupila, para que los ojos puedan dejar entrar más luz. Sin embargo, si alguien está sufriendo de ansiedad y posiblemente ataques de pánico, esta respuesta se activará en momentos inadecuados e inundará los ojos de luz, dificultando la visión y la concentración. En este punto, los ojos pueden comenzar a experimentar pequeños objetos errantes, con forma de estrellas, anillos o rayas, que oscurecen la visión normal.
Alucinaciones
Las alucinaciones pueden parecer malas interpretaciones de las respuestas apropiadas a la ansiedad; sin embargo, la presencia de ansiedad y pánico acumulados en un estrés lo suficientemente grave como para producir alucinaciones es bastante posible. Los psicóticos, que pueden alucinar o no, sufren de miedo constante. En realidad, las personas que experimentan estos sentimientos de miedo constante suelen ser tratadas con antipsicóticos. Esto parece sugerir un vínculo entre la psicosis y la ansiedad en algunos casos, que puede desarrollarse por alucinaciones que no solo son periféricas, sino también en toda la visión.
Consejo médico
La ansiedad tiene el poder de expresarse a través de cambios visuales, y estos no pueden ignorarse ni pasarse por alto. Normalmente, los cambios en la visión persistirán y, a veces, incluso empeorarán si no se tratan. Son indicadores importantes de que la ansiedad experimentada es real y válida, incluso si su desencadenante se desconoce al principio, y deben ser evaluados por un médico lo antes posible.