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Algunas de las enfermedades más devastadoras para la raza humana son las que atacan el sistema de defensa que tenemos para combatir las enfermedades: el sistema inmunológico. Estas enfermedades pueden variar en gravedad, desde irritaciones leves de la piel o congestión nasal, hasta atacar órganos vitales de todo el cuerpo y causar la muerte. También pueden tener una variedad de etiologías, desde la transmisión genética de rasgos hasta la infección. Estas enfermedades del sistema inmunológico se clasifican en: inmunodeficiencias, autoinmunes, alérgicas y cancerosas.
El sistema inmune
Antes de comenzar a comprender los tipos de enfermedades que pueden atacar al sistema inmunológico, primero debemos comprender cómo funciona. La inmunidad es la defensa natural del cuerpo contra bacterias, virus y otras sustancias invasivas que pueden tener un efecto negativo en el cuerpo. Estas sustancias se llaman antígenos, cuando un antígeno ingresa al cuerpo se produce una reacción inmunológica, esto hace que el cuerpo produzca leucocitos que viajan por todo el cuerpo en busca de la fuente de la infección para neutralizar o matar al antígeno. Estos leucocitos se producen y almacenan en órganos diseminados por todo el cuerpo como la médula ósea, el timo y el bazo. Hay dos tipos de leucocitos, fagocitos y linfocitos. Los fagocitos trabajan abarcando y digiriendo su objetivo, los linfocitos ayudan a atacar al invasor, pero también crean inmunidad. Esto significa que los linfocitos pueden recordar al atacante que actúe mucho más rápido en una infección futura. El sistema inmunológico es muy similar a una máquina, cada parte es importante para crear una línea de ataque eficaz contra cualquier invasor exógeno que intente acceder al cuerpo.
Inmunodeficiencias
La inmunodeficiencia es una de varias enfermedades que afectan este sistema. En esta patología, el sistema inmunológico tiene problemas que provocan su funcionamiento anormal. Esto a menudo se debe a un rasgo genético o una enfermedad congénita. Estas enfermedades suelen ser el resultado de la falta de algunas partes del sistema, o algunas de estas partes no funcionan normalmente. La inmunodeficiencia más común es la inmunodeficiencia combinada grave (IDSC), también conocida como enfermedad del "niño burbuja", síndrome de DiGeorge y deficiencia de IgA. También existen inmunodeficiencias adquiridas tanto por contraer una enfermedad como por estar expuesto a drogas. El tipo más común de inmunodeficiencia adquirida es el VIH / SIDA y un sistema inmunológico debilitado debido a fármacos como los quimioterápicos.
Enfermedades autoinmunes
Las enfermedades autoinmunes atacan al sistema inmunológico engañándolo haciéndole creer que los órganos del huésped son en realidad invasores exógenos. Cuando esto ocurre, los fagocitos y linfocitos se vuelven contra los tejidos y órganos sanos para destruirlos. Las enfermedades autoinmunes comunes son: lupus, esclerodermia, dermatomiositis juvenil y artritis reumatoide juvenil. La gravedad de una enfermedad autoinmune puede variar drásticamente, algunas pueden causar solo hinchazón e inflamación al atacar tejidos en las articulaciones, mientras que otras pueden causar la muerte al atacar órganos vitales.
Alergias
Las alergias son otro problema común que ataca al sistema inmunológico. La alergia es un problema en el que el cuerpo genera una respuesta exagerada cuando entra en contacto con un antígeno en el entorno que rodea al individuo. Estos son más conocidos como alérgenos, que cuando se exponen a un sistema inmunológico, reaccionan de forma exagerada y causan desde pequeños síntomas como congestión nasal o congestión nasal hasta la muerte por anafilaxia. La reacción inmune relacionada con la alergia más común es el asma y el eccema.
Cáncer
Aparte del virus del SIDA, algunos tipos de cáncer pueden ser la enfermedad más devastadora que ataca al sistema inmunológico. El cáncer puede atacar cualquier célula del cuerpo, esto incluye las células de ese sistema. El tipo más común de esta forma de cáncer es el linfoma y la leucemia. El linfoma se forma cuando un cáncer alcanza el tejido linfoide, mientras que la leucemia está involucrada en los leucocitos. Ambos son más comunes en niños que en adultos.