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En algún momento, los dueños de gatos pueden notar algún tipo de irritación o dolor en los pies de su mascota. Por lo general, la inflamación en la pata del gato es causada por algo benigno como una infección o lesión. Pero a veces, las patas irritadas, doloridas o sangrantes indican una enfermedad más grave. Si un gato ha tenido molestias en las patas durante más de uno o dos días, llévelo al veterinario para su diagnóstico y tratamiento.
Síntomas
Los gatos con lesiones o enfermedades en los pies suelen tener síntomas obvios. El gato lamerá o masticará constantemente la pata irritada, a veces hasta el punto de provocar una hemorragia. A menudo, el animal cojea o no reafirma la pata afectada. Si notas que las almohadillas están hinchadas, rosadas, ensangrentadas o mojadas por lamidas excesivas al examinarlas, debes llevarlas al veterinario para que las examine. Las lesiones, la hinchazón o las pústulas también son motivo de preocupación.
Infecciones
Los gatos son animales activos y curiosos, e incluso los gatos criados en interiores pueden lesionarse los pies cuando juegan o exploran el entorno. También pueden lastimarse las patas en peleas con otros animales y son propensos a las picaduras de insectos debido a su tendencia a perseguir abejas y escorpiones. Cualquier herida abierta, objeto encarnado o picadura de insecto en su pie puede provocar una infección, especialmente si usa la caja de arena. Además, algunos gatos tienen fuertes reacciones alérgicas a las picaduras de abejas y mosquitos. Pregúntale al veterinario cómo mantener limpia la pata lesionada y si tu gato necesita antibióticos o antihistamínicos.
Pénfigo
El pénfigo es una enfermedad del sistema inmunológico común en los gatos. Los gatos con esta enfermedad tienen hinchazón en las patas y la cara. Estos bultos se convierten en pústulas y luego en costras. Las almohadillas de las patas también pueden engrosarse y agrietarse. La única forma de diagnosticar el pénfigo es mediante una biopsia de piel. A menudo se confunde con el lupus felino, por lo que es importante que la biopsia la realice un patólogo experimentado. El pénfigo se trata con inhibidores del sistema inmunológico, como corticosteroides, y es posible que el propietario tenga que lavarse y limpiarse las patas hasta que las heridas cicatricen.
Pie de almohada
El nombre científico de "almohada" es pododermatitis de las células plasmáticas. Esta enfermedad se caracteriza por almohadas rosadas o moradas, hinchazón intensa y una sensación de suavidad al presionarlas. Suele afectar a más de un pie. A menudo, el gato no parece particularmente molesto por esta condición y, a veces, solo se puede diagnosticar con una biopsia o un análisis de sangre. Sus causas no se conocen bien, pero la afección se puede tratar con éxito con esteroides y antibióticos.
Granuloma eosinofílico
Con síntomas similares a los "pies de almohada", el granuloma eosinofílico generalmente afecta solo una pata y generalmente es causado por alergias. El alérgeno puede estar en el aire, el medio ambiente o los alimentos. Si el cuerpo del gato tiene una reacción extrema a la alergia, el sistema inmunológico atacará el colágeno en su pata, causando la hinchazón. El granuloma eosinofílico se puede tratar con esteroides, antibióticos o antiinflamatorios y el veterinario también hará una prueba para encontrar el origen de la alergia.