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Hay cuatro clasificaciones diferentes para los dolores corporales: somáticos, viscerales, simpáticos y neuropáticos. El dolor somático y visceral se clasifica como nociceptivo, mientras que el dolor simpático y neuropático no es nociceptivo. El tipo de dolor que estás sufriendo, diagnostica qué lo está provocando, así como determina el tratamiento adecuado para él. Además de las clasificaciones descritas, su dolor puede ser crónico o agudo, lo que también afectará el tratamiento.
Dolor nociceptivo versus dolor no nociceptivo
El dolor nociceptivo se debe a los receptores del dolor. Cuando se estimula un receptor, como quemarse o cortarse, envían señales al cerebro para que el cuerpo pueda actuar, sacándolo del peligro o recibiendo asistencia médica. El dolor somático y visceral responde al calor y al frío, así como a vibraciones, estiramientos e interacciones químicas. El dolor no nociceptivo proviene de un problema en el sistema nervioso central o periférico. No hay receptores de dolor en estos dos sistemas; por lo tanto, el dolor es causado por una disfunción del nervio que envía las señales.
Dolor somático
El dolor somático se conoce como dolor musculoesquelético. Se encuentra en tejidos como piel y músculos, así como en articulaciones, huesos y ligamentos. El dolor somático se caracteriza a menudo como un dolor agudo localizado en un área específicamente lesionada. Puede haber hinchazón, calambres y sangrado junto con dolor somático. Esta clasificación del dolor responde a una variedad de medicamentos, incluidos los opioides y los antiinflamatorios no esteroides.
Dolor visceral
El dolor visceral es un tipo de dolor nociceptivo localizado dentro de la cavidad principal del cuerpo, debido a una lesión o enfermedad de un órgano interno. Los tres principales centros de dolor visceral son el pecho, el abdomen y la pelvis. Los receptores del dolor en las cavidades viscerales responden al estiramiento, la hinchazón y la falta de oxígeno. Los opioides son los fármacos más eficaces para esta clasificación de dolor, que es tan profundo como los calambres. El dolor visceral puede irradiarse a otros lugares de la espalda o el pecho.
Dolor agudo
El dolor agudo se refiere a una lesión repentina que causa un trauma en los tejidos del cuerpo. Esto puede ser el resultado de un corte, quemadura u otro accidente. Cuando una persona experimenta un trauma importante, se puede percibir tanto el dolor somático como el visceral. Por ejemplo, a una persona apuñalada en el abdomen se le estimularán los nervios somáticos, así como los nervios viscerales. El cuerpo responde principalmente al dolor más intenso. En ese caso, la persona sentiría dolor visceral sobre el dolor somático porque los órganos abdominales requieren atención inmediata para sobrevivir, a diferencia del daño de la piel.
Dolor crónico
El dolor crónico es aquel que persiste durante más de tres meses. Es más difícil de evaluar para un médico, porque los niveles de dolor pueden subir y bajar sin ningún cambio en un área lesionada o dañada. El dolor crónico, ya sea somático o visceral, puede afectar dramáticamente la vida de una persona. Puede obstaculizar las actividades diarias y dificultar las cosas simples. El dolor visceral crónico puede indicar un problema de salud grave, como el cáncer. Si sufre de dolor crónico, analice las opciones de tratamiento con su médico para encontrar la fuente del problema y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.