Contenido
El período de transición que representa la menopausia puede traer varios dolores a diferentes áreas del cuerpo de la mujer. Aunque el dolor en las piernas no está directamente relacionado con la menopausia, se sabe que tanto el dolor como los calambres en las articulaciones pueden ser causados por condiciones hormonales, que a veces afectan las piernas. Pero la buena noticia es que hay varias formas de aliviar esta molestia.
Los hechos
Hasta la fecha, no se ha realizado ningún estudio a largo plazo para establecer una relación específica entre el dolor de piernas y la menopausia, explica Marie Lugano, presidenta de la Asociación Estadounidense de Menopausia. Pero independientemente, varias mujeres se quejan de distintos niveles de malestar durante este período, y muchas de ellas incluyen sus piernas en su lista de quejas.
El dolor articular es la queja más común entre las mujeres, seguido de dolor muscular y, a veces, calambres que aparecen repentinamente, alteran el patrón de sueño y duran días enteros. Los calambres en las piernas relacionados con la menopausia generalmente ocurren en la espinilla, pero también pueden afectar los músculos del muslo, según la Asociación Nacional de Mujeres Baby Boomer.
Causas
Hay varias razones para el dolor de piernas relacionado con la menopausia. Cuando baja el nivel de estrógeno, aumenta la inflamación en las articulaciones y esto causa un dolor intenso. El dolor en las articulaciones y los músculos también puede ser el resultado de un nivel bajo de calcio y es común durante esta fase de transición para las mujeres maduras. Además, las alteraciones en su patrón de sueño significan que no puede descansar adecuadamente y esto, nuevamente, puede hacer que sus miembros inferiores paguen un precio. El fenómeno, además, crea un círculo vicioso, ya que el dolor puede perturbar el sueño y viceversa. Otra causa de los calambres en las piernas es la falta de ejercicio, así como una nutrición inadecuada.
Efectos
Los calambres o el dolor en las articulaciones de las piernas no causan daños graves, pero cualquier dolor puede afectar la calidad de nuestra vida, lo que puede ser especialmente difícil durante la menopausia. Según la Dra. Margery Gass, directora ejecutiva de la Sociedad Norteamericana de Menopausia, los estudios muestran que el dolor articular que surge durante este período de la vida de una mujer desaparece en dos o tres años, con o sin reemplazo hormonal.
Prevención / Solución
Mantener una vida activa y una rutina de estiramientos ayuda a combatir el dolor articular, garantiza Dr. Gass y también ayuda a mantener la movilidad total de tu cuerpo. Caminar o correr distancias cortas es vital para tonificar los músculos vinculados a la locomoción. Masajear las áreas estrechas ayuda a reducir el dolor, según el sitio web de la Asociación Nacional de Mujeres Baby Boomer. El agua tónica y los aceites esenciales de menta para bañarse en la bañera también son formas comprobadas de alivio, mientras que combatir el insomnio puede ser el primer paso para acabar con los dolores de piernas que surgen durante la menopausia.
Consideraciones
Si está siendo medicada para la menopausia y aún padece calambres en las piernas, hable con su médico para descartar la posibilidad de que el problema sea un efecto secundario de su medicación. Los análisis de sangre también pueden revelar si tiene una deficiencia grave de potasio o vitaminas, en cuyo caso es posible que deba tomar ciertos suplementos.