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La enucleación es una cirugía en la que se quita el ojo. Los médicos sólo la hacen como último recurso y si la salud del paciente corre grandes riesgos sin ella. Después de la cirugía, la vida puede correr muy normalmente y se recupera bien.
Un accidente catastrófico o un cáncer ocular puede hacer la enucleación necesaria (eye image by Pali A from Fotolia.com)
Motivos para la cirugía
La enucleación sólo se realiza cuando no hay otros medios para solucionar el problema del paciente. Los tumores cancerosos intraoculares, infecciones oculares, accidentes serios y grandes daños al ojo -que pasaría a ser estéticamente no apacible- son justificaciones para un cirujano efectuar el procedimiento.
cirujanos
La enucleación es generalmente hecha por un especialista denominado cirujano reconstructivo y plástico oftálmico. Estos profesionales hacen rigurosos entrenamientos en el área, como los aplicados por la American Society of Ophtalmic Plastic and Reconstructive Surgery (Sociedad Americana de la Cirugía Reconstructiva y Oftálmica Plástica, en traducción libre)
Enucleación y evisceración
No se debe confundir la enucleación con un procedimiento similar conocido como "evisceración" ocular. La primera es la completa remoción del ojo, mientras que en la segunda se mantienen los músculos y la parte blanca de los ojos. El tipo de cirugía empleado depende de las necesidades del paciente.
La cirugía
Dependiendo del paciente, la cirugía puede ocurrir en un ámbito ambulatorio o en un hospital y, para realizarla, es necesaria una anestesia general. Los pacientes jóvenes y sanos a menudo la hacen ambulatoriamente, pero algunos otros necesitan permanecer en el hospital después de la operación. El cirujano rellena el lugar del ojo con un implante de goma o polietileno que se une a los músculos oculares.
Sobre el postoperatorio
Algunas complicaciones, como hemorragias e infecciones, son factores de preocupación y pueden ocurrir después de la cirugía. Los sangrados excesivos ocurren mayoritariamente en pacientes que toman anticoagulantes o sufren de hemofilia o un mal similar. Se trata de analgésicos, ya que otros procedimientos no se consideran eficaces. Para controlar las infecciones, se utilizan antibióticos. Después de la operación, los pacientes aplican colirios con antibióticos y esteroides dos veces al día durante un mes. Esto ayuda a evitar futuras infecciones y acelera la regeneración. Algunas semanas después de la cirugía, algunos pacientes pueden obtener una prótesis personalizada de un ojo prostético, hecho por un profesional especializado denominado "ocularista". Este último pinta la prótesis para combinar con el ojo remanente del paciente, que, con frecuencia, afirma que las otras personas ni siquiera perciben que tiene un ojo artificial.Aunque los pacientes pueden regresar a sus vidas normales, tendrán que realizar exámenes regulares con especialistas de ojos por el resto de sus vidas.