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Algunas espumas pueden ser utilizadas para llenar neumáticos, evitando que los mismos se peguen - ellas mantienen la presión a un punto estático, de forma que su superficie no sufre un desgaste irregular. Si el neumático es perforado, nada puede escapar, por lo que el neumático sigue siendo tan útil como antes. Este tipo de relleno es popular para los vehículos que viajan sobre varios terrenos, como los coches de golf, los tractores y los cortadores.
poliuretano
La mayoría de la espuma para neumáticos está hecha de poliuretano, considerado "ultra ligero". Esto es útil por no añadir peso extra al eje de ruedas o al motor: cuanto más pesado es el neumático, más difícil es de girarlo, lo que hace que el motor trabaje más y gasta regularmente más combustible. Este tipo de espuma se puede insertar en el neumático a través de la inyección.
elastomérica
Otro tipo de espuma es la elastomérica. Este proceso requiere el tratamiento de una carcasa de neumático: el interior se coloca bajo alta presión atmosférica, la espuma se inyecta y estabiliza las células súper presurizadas de la superficie. La espuma llena sólo la mitad del neumático ya que, una vez que éste sea despresurizado, llenará el resto del espacio. La espuma elastomérica se hace principalmente de silicona.
Inyección química
La "espuma" se hace inyectando en el neumático dos productos químicos que, cuando combinados, producen una espuma sólida suficientemente fuerte para los neumáticos, pero no mucho más pesada que el aire. Uno de los compuestos es el uretano ligero. Varios productos utilizan compuestos diferentes como catalizador, pero todos son, en su naturaleza, hidroxilas - una forma de alcohol. Mezclando ambos, el producto se construye a sí mismo, creando la "espuma". El subproducto del proceso es una gran cantidad de dióxido de carbono, por lo que debe hacerse en áreas bien ventiladas.