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Una estufa a gas que emite un olor extraño es motivo de preocupación, ya que una fuga de gas o emisión de monóxido de carbono puede ser extremadamente peligrosa. Una manera de comprobar si el olor de queroseno es un problema serio o algo fácil de reparar, es limpiar cuidadosamente los quemadores para asegurarse de que no hay obstrucciones causando una relación de gas-aire inadecuada.
Olor de queroseno y llamas amarillas
Cuando una cocina presenta llamas de cualquier color que no sea el azul habitual, generalmente es una indicación de que el gas y el aire no se están mezclando en cantidades correctas. Este problema puede hacer que la sobra de gas no sea quemada, creando un olor similar al olor de queroseno.
Limpie los quemadores
La solución más simple para clarificar los quemadores es dejar que se enfríen y luego limpiarlos con una esponja húmeda. Los restos de alimentos y otros residuos pueden obstruir los orificios y entorpecer la relación entre gas-aire. Limpie todos los quemadores y alrededor de la bobina de gas dentro del horno. Encienda la cocina y asegúrese de que se ha resuelto el problema.
Lavar los quemadores
Con el tiempo, alimentos y otros residuos pueden quedar atrapados dentro de los quemadores y carbonizar debido a la exposición prolongada a altas temperaturas. Quitar estas piezas y sumergirlas en un fregadero con agua y jabón puede ayudar a soltar los residuos acumulados y eliminar las obstrucciones. A continuación, lávelos con agua y asegúrese de que no hay jabón antes de volver a colocarlos en su lugar y probarlos.
Olor persistente
Si la limpieza de los quemadores no resuelve el problema, póngase en contacto con una asistencia técnica autorizada que trabaje con la marca y modelo de estufa en cuestión. Las fugas de gas o monóxido de carbono pueden ser peligrosas y perjudiciales para la salud. Un técnico será capaz de averiguarlos y realizar el mantenimiento o sustituir cualquier aspecto del mecanismo de gas que esté causando el problema.