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Hay más de 70 especies de rayos y los hábitos alimenticios varían sustancialmente entre ellos. Las raias se dividen en dos categorías: pelágicas y bénticas. Las pelágicas viajan grandes distancias en busca de alimento, mientras que las bénticas son comúnmente encontradas en mares tropicales bajos y no se distancian mucho de su hábitat. La comprensión de los hábitos alimenticios de las ramas elucida su interesante comportamiento característico.
Las rayas bénticas se entierran bajo la arena para capturar presas ocultas o esconderse de depredadores (Jupiterimages / Photos.com / Getty Images)
Rayos pelágicos
El grupo de rayas pelágicas, también conocidas como nadadoras, contiene las mayores especies. Aunque son lo suficientemente grandes para comer seres humanos - por ejemplo, rayas jamanta pueden tener 6 m de largo - que prefieren alimentarse de plancton. A pesar de su tamaño amenazador, las rayas pelágicas son bastante dóciles y amigables con los buceadores, especialmente porque sus aguijones no son letales. Estas rayas viajan grandes distancias en busca de aguas ricas en minerales, donde puedan saciarse de plancton. Se alimentan a través de la acumulación de agua, al mantener sus grandes bocas abiertas, y de la filtración de ésta, de modo que el plancton permanece en la boca y el agua sale.
Rayos bénticos
Las rayas bénticas, aquellas que se alimentan en el fondo del mar, son las más peligrosas para los humanos, debido a sus herrumbros altamente tóxicos. Generalmente, no son agresivas y sólo atacan cuando están perturbadas o amenazadas. Estos animales frecuentan aguas poco profundas, donde entierran sus cuerpos - cuyo color es similar al fondo del mar - para esconderse de posibles presas. Ellas son cazadoras nocturnas que se alimentan, principalmente, de moluscos, mariscos y bivalvos. Sus mandíbulas poderosas son capaces de fácilmente aplastar mariscos, como almejas o mejillones. Como en las pelágicas, la boca de las rayas bénticas está localizada en su porción inferior, haciendo conveniente la búsqueda de comida en el fondo del mar. Aunque los peces no son prioridad, las rayas bénticas también pueden comerlas si surge la oportunidad.
Alimentación de rayos por humanos
Los seres humanos desarrollaron el hábito de alimentar las rayas, principalmente las bénticas, en resorts de lujo y acuarios. La alimentación mediada por humanos ocurre en aguas poco profundas o profundas, a partir de barcos. Como su dieta es capaz de alta subsistencia, no hay problemas en desviar de su rutina alimentaria. Generalmente, los humanos alimentan rayas con pedazos de pescado, lombrices y camarones. Sin embargo, como este tipo de alimentación generalmente ocurre durante el día, el ciclo de alimentación natural de estos animales es frecuentemente afectado, de modo que algunas raias pasan a alimentarse permanentemente en el período diurno, dependiendo de la alimentación suministrada por los humanos. Sin embargo, las implicaciones de esta enmienda todavía no se entienden plenamente.
Informaciones generales
Como las rayas son cazadoras elusivas, que prefieren alimentarse durante la noche, todavía se conoce poco sobre sus hábitos alimenticios. Los biólogos marinos desarrollaron apenas un conocimiento superficial sobre el comportamiento y la dieta de las rayas. Sólo recientemente se descubrió que ellas, como los tiburones, poseen receptores eléctricos en sus bocas, que auxilian en la localización de las presas.