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Antes de que la tecnología médica haya hecho avances tan amplios, un embarazo tubular o ectópico podría ser un peligro de vida para la mujer, pues la condición no era normalmente diagnosticada a tiempo. Este tipo de embarazo ocurre cuando el óvulo fertilizado es implantado en el exterior del útero, instalándose en la trompa de Falopio. Cuando un óvulo se implanta en el cuello del útero, ovario o abdomen, se refiere a ello como un embarazo cervical o abdominal. Ectópico significa "fuera de lugar".
Peligro de vida
Conforme el óvulo se desarrolla, la trompa de Falopio debe expandirse para acomodarlo, pero ese local no está diseñado para albergar un óvulo en desarrollo. No hay espacio suficiente y no existe un tejido nutritivo presente. Eventualmente, la trompa se romper y explotar. Cuanto antes se diagnostique esta condición, mejor será el resultado para la madre y su capacidad reproductiva futura. Si se descubre al principio, el embarazo tubular puede ser interrumpido y la trompa de Falopio puede ser salvada, permitiendo que la mujer tenga posibilidades de quedar embarazada de nuevo en el futuro.
síntomas
Incluso con el mejor equipo médico, aún es difícil diagnosticar un embarazo antes de cinco semanas después del último período menstrual. Un embarazo tubular inicialmente creará los mismos efectos de un embarazo normal. La mujer no tiene su menstruación, sus senos pueden ser sensibles y puede sentir náuseas o fatiga. Sin embargo, si el embarazo es ectópico es posible sentir un dolor severo en el hombro izquierdo, presión sanguínea baja, sangrados, dolor pélvico y abdominal, mareo y desmayos. Todas las mujeres embarazadas deben saber sobre estos síntomas.
Niveles de HCG
Si realmente hay un embarazo ectópico, el nivel de HCG (gonadotropina coriónica humana) en la sangre de la mujer estará más bajo de lo que estaría en un embarazo normal. Si su útero no se extiende, lo que puede determinarse mediante un examen físico, el médico buscará una masa aumentada en las trompas de Falopio o por el útero. Si la masa es descubierta, esto indica un embarazo tubular. Un ultrasonido puede también ser hecho para descubrir dónde ocurrió el embarazo, pero tal vez no sea posible realizar ese procedimiento hasta la quinta semana de gestación. El ultrasonido y una prueba de HCG se deben realizar al mismo tiempo. Si el HCG es negativo, esto excluye un riesgo de embarazo ectópico. Sin embargo, si es positivo, esto confirma el embarazo pero no revela la ubicación de la bolsa gestacional en las primeras etapas del embarazo. El ultrasonido puede ayudar a encontrar el lugar exacto, pero puede ser difícil ver la bolsa al principio del embarazo. Si el nivel de HCG está en más de 2000 mIU / mL y el médico no puede ver la bolsa gestacional, diagnosticará el caso como embarazo ectópico. Otra prueba que se puede utilizar es un examen de sangre que muestra el nivel de progesterona.
metotrexato
Si el embarazo ectópico se descubre lo suficientemente pronto, el crecimiento del embrión puede ser interrumpido al aplicar una inyección de metotrexato. Este medicamento anticancerígeno tiene como objetivo matar a las células en división rápida del embarazo tubular, interrumpiendo el proceso.
Laparoscopia o cirugía
Si el embarazo avanzó, puede ser necesario realizar un procedimiento para remover el feto, lo que a veces se puede hacer a través de laparoscopia, mucho menos invasiva que los procedimientos quirúrgicos usados en el pasado. Sin embargo, la cirugía es necesaria algunas veces cuando se tiene una situación de emergencia.
Cuanto antes mejor
Conseguir un diagnóstico precoz puede ayudar a salvar las trompas de Falopio, preservando la fertilidad. Informe cualquier síntoma inusual para su médico lo antes posible.