Contenido
- Características de los eosinófilos
- Función de los eosinófilos
- Medir el número de eosinófilos
- Niveles normales de eosinófilos
- Niveles de eosinófilos anormales
La sangre se compone de diferentes tipos de células, como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Los glóbulos blancos forman parte del sistema inmune de nuestro cuerpo y sirven para defendernos contra microorganismos y otras sustancias extrañas. Existen cinco tipos diferentes de células blancas, entre ellas el eosinófilo. Los cuerpos sanos tienen un número específico de eosinófilos, siendo que los valores anormales a menudo indican la presencia de alguna enfermedad.
Características de los eosinófilos
Las células se hacen de muchas estructuras, siendo las principales el núcleo y el citoplasma. El núcleo almacena la información genética de la célula y el citoplasma es la sustancia de fuera de la base. Un proceso llamado coloración permite identificar tipos celulares y diferenciar estructuras cuando la muestra coloreada es examinada en un microscopio. El citoplasma de los eosinófilos contiene gránulos que aparecen en rojo anaranjado cuando se colorean con eosina. En vez de ser esféricos, los núcleos de los eosinófilos se componen de dos lóbulos.
Función de los eosinófilos
Los eosinófilos tienen un papel específico en el sistema inmune. Ellos son particularmente eficientes en destruir sustancias extrañas que pueden aparecer en el cuerpo como resultado de infecciones por parásitos. Los eosinófilos también sirven para estimular la inflamación. La inflamación no es necesariamente algo malo, es el camino natural del cuerpo para aislar y controlar el lugar de una enfermedad. Desafortunadamente, la inflamación también puede causar daño a los tejidos corporales. En consecuencia, además de examinar la sangre, los médicos también coran y examinan los tejidos inflamados para buscar eosinófilos para determinar la causa de la inflamación.
Medir el número de eosinófilos
Un hemograma completo es un examen de sangre que determina el número de varias células en la sangre, incluyendo los eosinófilos. Los valores obtenidos pueden ser relativos o absolutos. Un valor relativo es el número de eosinófilos presentes por cada 100 glóbulos blancos contados y se muestra como un porcentaje. Los niveles absolutos de eosinófilos se determinan multiplicando el valor relativo por el recuento total de glóbulos blancos. De acuerdo con David Zwick, M.D. de los "Children's Mercy Hospitals and Clinics", si basarse en porcentajes en lugar de los valores absolutos puede resultar en mala interpretación de las anormalidades y, por eso, muchos laboratorios muestran ambos valores.
Niveles normales de eosinófilos
De acuerdo con el manual Merck, un valor del 1 al 4% de eosinófilos se considera un valor normal y un valor de 50 a 400 eosinófilos pro milímetro cúbico de sangre es también un valor normal. En su libro llamado "Blood Cells: The Practical Guide", Barbara J. Bain, profesora de hematología diagnóstica en el "Imperial College" de Londres, afirma que los niveles absolutos de eosinófilos son los mismos para hombres y mujeres, así como entre grupos étnicos diferente. Los valores de eosinófilos son mayores en los recién nacidos que en los adultos y hay una disminución de estos niveles en la vejez.
Niveles de eosinófilos anormales
Eosinofilia es el término usado para describir niveles anormalmente altos de eosinófilos. Las infecciones intestinales por parásitos, como las causadas por lombrices y tenias, ciertos tipos de leucemia, enfermedades autoinmunes como lupus, alergia y asma son las condiciones asociadas a estos valores más altos. De acuerdo con el National Institutes of Health, medicamentos como las anfetaminas, laxantes que contienen psyllium, algunos antibióticos, interferón y tranquilizantes pueden causar eosinofilia. También afirman que niveles de eosinófilos más bajos de lo normal pueden ser resultado de intoxicaciones por alcohol y por la presencia de mucho cortisol (una hormona producida en las glándulas adrenales) en el organismo.