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El Amazonas es el río más largo del mundo, desaguando en más de la mitad del continente sudamericano. Su nombre también se utiliza para el bosque tropical más grande del mundo. La Amazonia es una explosión de vida, que fascina naturalistas (incluyendo Darwin) desde hace siglos. La misma profusión de vida que fascina visitantes puede ser mortal, pues la Amazonia es un lugar peligroso.
Peligros bajo el agua
Los visitantes de los países vecinos de la Amazonia se sorprenden con norteamericanos que caminan en el agua contra la corriente y se sumergen en lagos. Eso sería impensable en Venezuela, Brasil o Colombia. Todas las aguas de los países amazónicos están llenas de criaturas peligrosas: Sanguijuelas, pirañas, cocodrilos, anguilas eléctricas y miles de otros. Sólo pasar la mano en el agua, aun estando en el barco, puede ser fatal. Uno de los más traicioneros es el Candiru. Este pequeño bagre sigue rastros de orina hasta la uretra, donde entra en el cuerpo e inmediatamente prepara su casa y nidos para los cachorros, haciendo que su huésped tenga una muerte lenta y agonizante.
Otros peligros
Si usted pasa una tarde en la Amazonia, puede suceder de descubrir una nueva especie. De las especies conocidas, hay miles que son venenosas o mortales de alguna forma. Las ranas coloreadas tienen el ingrediente activo del veneno usado en flechas y dardos. Hay miles de especies de serpientes y la mayoría de ellas son venenosa. Hay plantas, viñas, tortugas, lagartos, caracoles e insectos venenosos. También hay grandes felinos depredadores, murciélagos y arañas venenosas que pueden morder a través de ropas y botas, matándolo antes incluso de saber que fue mordido. Y también existen las tribus indígenas caníbales, que regularmente matan y comen a los visitantes.
Peligros microscópicos
Las cosas más peligrosas en la Amazonia son demasiado pequeñas para verse. La vida microbiótica de la Amazonía está en cualquier superficie, en todo lo que usted come, en cada superficie, en cada picadura de insectos, en el agua y flotando en el aire. La vida microbiótica puede ir desde el nacimiento hasta la madurez en menos de 10 minutos. Esto significa que algunas bacterias parasitarias atravesan más generaciones en un año que los seres humanos en toda su historia colectiva. Hay más especies de microbios invisibles en la Amazonía que visibles, un millón de veces más. El más común de los parásitos peligrosos causa enfermedades muy graves, como la fiebre amarilla y el dengue. Hay varias bacterias que causan la diarrea, que puede deshidratar tanto que se vuelve fatal.
Superación de los peligros
Los peligros son reales, pero si usted es cuidadoso, un viaje a la Amazonia puede ser inolvidable. Use siempre pantalones largos, camisetas de manga larga y un sombrero. Lave la cara y las manos con frecuencia y coma sólo alimentos enlatados, bebiendo sólo agua embotellada. Evite las nubes de insectos que caen sobre el río y nunca entre en el agua. Las precauciones pueden parecer extremas, pero en la Amazonia es así. No hay lugar en la Tierra donde la vida sea tan lujosa y exuberante y no hay otro lugar donde los seres vivos sean tan coloridos. Sólo las orquídeas ya hacen el viaje valer la pena.