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Los coágulos sanguíneos son aglomerados de sangre que quedan atrapados en las venas y arterias del cuerpo. Los coágulos se forman para detener el sangrado después de las cirugías y generalmente se encuentran en las piernas. Una vez que un coágulo se suelta y va a la red sanguínea, puede ir a cualquier órgano y causar daño al detener el flujo sanguíneo de ese lugar. Después de las cirugías, los pacientes están en alto riesgo de desarrollar este problema.
causas
Después de las cirugías, los pacientes no se mueven tan bien como antes del procedimiento, y los coágulos pueden formarse. Cuando un individuo no camina o mueve las piernas, el corazón puede no poder realizar el flujo sanguíneo apropiadamente. La acción de bombeo se reduce cuando los coágulos bloquean los vasos. Además, debido a que las piernas del paciente probablemente fueron movidas, volteadas y torcidas para que la cirugía fuera hecha, las paredes de los vasos sanguíneos pueden irritarse y dañarse, aumentando aún más la posibilidad de la formación de los coágulos.
síntomas
Los síntomas de formación de coágulos sanguíneos después de la cirugía son dolor, aumento de la temperatura, enrojecimiento e hinchazón de la pierna. Los pacientes también sentirán falta de aire si el coágulo es liberado y llegar hasta los pulmones.
Tipos de cirugías
Cualquier cirugía contiene riesgos de formación de coágulos sanguíneos, pero los procedimientos hechos en las caderas y en las rodillas son los que más presentan esa oportunidad. Se estima que entre el 30 y el 50% de los pacientes de cirugías de cadera o rodilla desarrollan estos aglomerados sanguíneos. Cualquier tipo de cirugía de sustitución de articulaciones tiene un riesgo de formación y liberación de coágulos, así como casos en los que el paciente no puede moverse.
riesgos
Algunas personas tienen un riesgo mayor de desarrollar un coágulo sanguíneo después de la cirugía si tienen ciertas enfermedades o factores genéticos. Los tabaquismo, los obesos, los hipertensos y las mujeres que toman una píldora anticonceptiva o de reemplazo hormonal tienen un riesgo aumentado.
tratamientos
Los coágulos sanguíneos se tratan con medicamentos anticoagulantes como el Lovenox y el Coumain. El médico prescribirá estos medicamentos después de la cirugía y será necesario tomarlos por 6 a 12 semanas. El médico también pedirá un examen de sangre para asegurarse de que los niveles plasmáticos son adecuados con el tratamiento, además del seguimiento por ultrasonido y radiografía del coágulo.
Prevención y solución
La mejor manera de prevenir los coágulos sanguíneos después de las cirugías es levantar y moverse, idealmente en el mismo día o en el siguiente, dependiendo de la cirugía. Además, medias y bombas se pueden colocar en las piernas para comprimir los vasos y mantener la sangre circulando y evitar que los coágulos se formen.