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Los tumores en la cabeza de los felinos, o los tumores cerebrales, son una masa en el cerebro. Son más comunes en los perros que en los gatos. Cuando se producen, suelen afectar a los gatos más viejos, según el sitio PetPlace.com. Los tumores cerebrales pueden comenzar como resultado de un problema secundario, como un crecimiento maligno en el paso nasal, el cráneo o la cavidad de la oreja. Normalmente empiezan en otras partes de la cabeza y se extienden al cerebro.
Los tumores normalmente empiezan en otras áreas de la cabeza y se extienden al cerebro (cat image by nutech21 from Fotolia.com)
Lugares comunes de los tumores
Los tumores cerebrales se encuentran comúnmente en la membrana que alinea el cráneo. Este tipo de tumor se denomina meningioma. A pesar de ser normalmente no canceroso, no hay suficiente espacio para que el tumor se quede, lo que puede resultar en daños al cerebro. Los tumores en la glioma se encuentran en las células del cerebro. Se les llama astrocitomas, oligodendrogliomas, glioblastoma multiforme y ependimomas.
También ocurren en el prosencéfalo, el tronco cerebral, el cerebelo y la corteza cerebral. De acuerdo con el sitio The Cat Health Guide, "los tumores pueden variar en severidad, desde los que crecen lentamente hasta los altamente malignos (que crecen rápidamente)".
Además, pueden ocurrir como un tumor secundario. De acuerdo con la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Estados Unidos, "tumores secundarios representan una propagación (metástasis) de otro tumor en el cerebro que venga de otro lugar del cuerpo". Los tumores que pueden extenderse al cerebro incluyen hemangiosarcoma (cáncer de las células de la sangre), carcinoma de mama y melanoma (cáncer de piel).
síntomas
Los síntomas comunes en los gatos que sufren de un tumor cerebral incluyen depresión, cambio de apetito y consumo de agua, cambios de comportamiento, pérdida de memoria y apariencia de quien está sintiendo dolor. Los síntomas específicos para este tipo de cáncer incluyen debilidad en un lado del cuerpo del gato, parálisis, inclinación de la cabeza, vómitos, dificultad para tragar, posición anormal del ojo o ojos con poca movilidad. Síntomas más graves pueden incluir convulsiones, ceguera parcial o total, o comas.
Causa y diagnóstico
Mientras que la causa de los tumores en el cerebro de los gatos es desconocida, se cree que puede existir una predisposición genética.
Una biopsia es la única forma de diagnosticar un tumor. Su veterinario puede ser capaz de determinar si el tumor es canceroso, sin embargo, esto normalmente sólo se puede determinar en la autopsia.
tratamiento
Varias opciones de tratamiento están disponibles. La cirugía en el cerebro es un procedimiento de alto riesgo y requiere los servicios de un neurocirujano. Se realiza sólo si las posibilidades de eliminar el tumor entero son altas y si los efectos secundarios se pueden evitar. La radiación se puede utilizar junto con la cirugía o por sí sola.
La quimioterapia es otra opción. "La Cat Style Guide" (Guía de Estilos del Gato) declara que "la quimioterapia no siempre es una buena opción porque la barrera entre la sangre y el cerebro puede evitar que los agentes quimioterápicos lleguen al tumor". Sin embargo, los avances recientes han mejorado el tratamiento y los gatos parecen tolerar bien.
Por último, una opción de tratamiento puede no tratar el tumor, sino centrarse en aliviar los síntomas y mantener el gato cómodo.
pronóstico
Desafortunadamente, la mayoría de los tumores en el cerebro no pueden ser curados. El tratamiento adecuado puede prolongar la vida del gato y mejorar su calidad de vida. El pronóstico normalmente no es bueno si el tumor es grande y los síntomas son graves o si se trata de un tumor secundario.
El tratamiento desempeña un papel importante en el pronóstico. En muchos casos, el tratamiento de la radiación ayuda a los gatos a vivir más. Los tumores del prosencéfalo poseen un pronóstico mejor que los del tronco central o del cerebelo.