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Sea una piscina sobre el suelo o sea una tradicional, existen ciertas normas técnicas para ese tipo de construcción en áreas residenciales. Familiarícese con el asunto antes de iniciar cualquier proyecto, y considere también el costo del mantenimiento. Aquellos sobre el suelo son más baratos para instalarse, sin embargo son menos duraderos y requieren un mantenimiento más frecuente.
precio
Las piscinas sobre el suelo poseen una instalación más barata. Esto puede ser la razón para que la gente prefiera esta opción. Ya en las "embutidas", su terreno tendrá que ser excavado, lo que requiere una maquinaria pesada y la contratación de profesionales que son licenciados para operarlos. Y más, los materiales usados en la piscina propiamente dicha se tienen más en cuenta si está por encima del suelo, ya que la mayoría no necesita cemento o azulejos.
Facilidad de instalación
Las piscinas sobre el suelo son mucho más fáciles de instalar. De hecho, usted puede ser capaz de construir una sola, sin la contratación de terceros. Para levantar una piscina por encima del suelo, debe sujetar las placas laterales en el suelo y conectarlas al soporte para fijar la estructura. A continuación, sujete el forro y llene la piscina de agua. El tiempo empleado en el montaje es sólo una fracción de la de una embutida en el suelo.
Facilidad en la eliminación
Así como este tipo de piscina es fácil de instalar, la eliminación se produce de la misma manera. La estructura simple hace de ellas menos durables que las de hormigón, pero eso todavía lleva menos tiempo en el desmontaje. Todo lo que debes hacer es vaciarla, retirar el forro y desprender las placas laterales y los soportes. Esto puede sonar como un volumen alto de trabajo, pero es más fácil de lo que aparenta, si se compara con la retirada de azulejos y cemento, lo que normalmente se requiere para una piscina tradicional.
seguridad
Estas piscinas son más seguras de las que están debajo del nivel del suelo, ya que no tienen paredes protectoras. La Secovi (Sindicato de la Vivienda) afirma que la piscina debe estar cercada y cerrada con candado, pero aún así es fácil para los niños caer, saltar a la cerca o pasar por la puerta. Y más, las piscinas sobre el suelo no son lo suficientemente profundas para bucear, por lo que el riesgo de lesiones graves es menor. En general, no exceden de 1,20 o 1,50 m de profundidad, lo que reduce aún más el riesgo de ahogamiento para aquellos que no saben nadar.