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En las décadas de 1940 y 1950, los refugios subterráneos brindaron a los ciudadanos la tranquilidad de que, en caso de una catástrofe nuclear, estarían protegidos. Estos refugios todavía se utilizan en áreas propensas a tornados y otros desastres naturales. Hoy en día, las personas todavía se previenen de desastres naturales o humanos mediante la construcción de refugios subterráneos, que van desde simples agujeros hasta pastilleros de hormigón de alta tecnología. Y están los tipos intermedios: refugios baratos pero efectivos.
Paso 1
Con la ayuda de una pala, excave un hoyo de 3,5 m de ancho, 5 m de largo y 2,50 m de profundidad o más en el suelo. Cubra el agujero con la lona de plástico, adhiriendo a los bordes con cinta adhesiva impermeable para evitar que pase la humedad.
Paso 2
Construya la estructura, utilizando las tablas de 5 x 15 cm para construir un marco de madera de aproximadamente 3,5 x 2,5 x 2,5 m, para el refugio subterráneo. No olvide enmarcar un punto de entrada lo suficientemente grande para que pasen personas, suministros y equipos.
Paso 3
Cubra la estructura con madera contrachapada, sujetando cada panel con tornillos largos para madera. Selle cada espacio con masilla de silicona. Construye una trampilla que cubra la entrada al refugio. Instale tubos de ventilación para que el aire pueda circular por el interior.
Paso 4
Cubrir con cuidado el refugio con lona plástica, cuidando de no causar perforaciones que puedan dañar su impermeabilidad. Llene los agujeros alrededor del refugio con la tierra que quitó al cavar el piso. Cubra el refugio con tierra, asegurándose de que la puerta de entrada y las tuberías de ventilación no estén cubiertas.