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Los betabloqueantes se utilizan para tratar la hipertensión, el glaucoma, la migraña y la ansiedad. Una vez que el cuerpo se adapta a sus efectos, una abstinencia abrupta puede causar complicaciones graves. Evítelos buscando consejo médico antes de dejar de usar betabloqueantes.
Efectos
El regreso de la hipertensión de rebote es una de las principales complicaciones asociadas con la eliminación del betabloqueante. Es decir, hay un aumento brusco de la presión arterial después de la retirada del fármaco o una disminución de la dosis. La suspensión repentina de algunos betabloqueantes también puede provocar un empeoramiento de la enfermedad cardíaca.
Importancia
La interrupción abrupta del tratamiento con betabloqueantes también puede provocar complicaciones cardiovasculares graves. Los Institutos Nacionales de Salud informaron que pueden ocurrir ataques cardíacos después de suspender el tratamiento con Corzide, que contiene un betabloqueante y un diurético.
Síntomas
La hipertensión de rebote puede causar ansiedad, confusión, dolores en el pecho, dolores de cabeza, sudoración excesiva, temblores musculares, palidez, fatiga, náuseas y vómitos, cambios en la visión y cansancio, según Penn State Milton S. Hershey Medical Center (ESTADOS UNIDOS).
Identificación
Las mediciones de la presión arterial identifican aumentos peligrosos de la presión arterial después de la eliminación del betabloqueante. Las pruebas de esfuerzo y las pruebas de imagen identifican una función cardíaca reducida después de suspender el tratamiento.
Prevención / solución
Prevenga las complicaciones relacionadas con la retirada de los betabloqueantes retirando gradualmente la medicación, siempre con un médico tras la reducción de la dosis durante un período de varios días o semanas. Bajar la dosis lentamente permite que el cuerpo se adapte a concentraciones reducidas del fármaco en la sangre.