Contenido
- Irrigar profundamente
- Irrigar con poca frecuencia
- Manta de jardinería para conservar la humedad.
- Reducción de agua antes de la maduración.
La maduración de las sandías en las plantas es una clara confirmación de que ha llegado el verano. Las plantas estresadas por plagas, enfermedades foliculares y mala nutrición afectarán la salud y el sabor de las sandías. Según la Universidad de Minnesota, los patrones de riego irregulares alterarán la calidad de los azúcares y harán que las sandías se agrieten en la planta incluso antes de que maduren.
Irrigar profundamente
Las sandías necesitan grandes cantidades de agua, al menos de 2,5 a 5 cm de profundidad por semana. Riegos poco profundos que solo humedecen el suelo pueden causar la pudrición de la fruta y otros defectos desagradables. Las plantas privadas de suficiente agua cuando las sandías son jóvenes pueden desarrollar pudrición en los extremos de la fruta o terminar produciendo sandías pequeñas y malformadas. La pudrición es causada por una deficiencia de calcio. Mantener los niveles de riego libera calcio para uso de las plantas. Se recomienda el riego por goteo para aportar el agua que necesitan las plantas sin dejar el suelo en remojo.
Irrigar con poca frecuencia
No importa lo caluroso que sea el clima, el riego diario es contraproducente para la producción de sandía. Las raíces de la sandía penetran profundamente en el suelo, lo que la convierte en una fruta resistente a la sequía. Originaria de África, las sandías prosperan más en climas cálidos y secos. Una vez establecida la siembra, la planta puede pasar semanas sin riego. A veces, esto se hace a propósito para estimular el crecimiento profundo de las raíces en las plantas más jóvenes.
Manta de jardinería para conservar la humedad.
La manta de jardinería evita el crecimiento de malezas y conserva la humedad durante los períodos de sequía. Aplica la manta antes de que aparezcan las sandías, para evitar tocar frutos pequeños. Extienda heno, paja u hojas picadas de 15 cm de espesor debajo de toda la planta. Apila la manta alrededor de la base de cada planta. Las sandías consumen grandes cantidades de nutrientes del suelo. Una manta de abono ayudará a proporcionar nutrientes adicionales. Un buen momento para colocar la manta es cuando el suelo está tibio y el suelo se ha empapado recientemente con riego o agua de lluvia.
Reducción de agua antes de la maduración.
Hacer las cosas en el momento adecuado es fundamental cuando se cultivan sandías. El riego puede ser un enemigo de la fruta que está próxima a madurar. El riego constante y regular es crucial en las dos últimas semanas de crecimiento de la sandía. Regar demasiado antes de que maduren los frutos puede hacer que se agrieten en la planta. Las fuertes lluvias antes de la cosecha también son una causa de agrietamiento en la fruta. Según la Universidad de California, a medida que las sandías comienzan a madurar, proporcionan un mejor sabor cuando se reduce el riego.