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La metatarsalgia es simplemente inflamación y dolor en la planta del pie. La inflamación generalmente ocurre en el nervio que corre entre el tercer y cuarto hueso del pie. A diferencia de otras afecciones del pie, como la fascitis plantar, suele ser una afección menor que rara vez requiere algo más que descanso y remedios caseros. En casos graves, donde estos tratamientos no tienen efecto, se puede considerar la cirugía de realineación metatarsiana.
Causas y síntomas
La metatarsalgia generalmente ocurre cuando se aplica exceso de peso o presión a los metatarsianos, los huesos que van desde los arcos de los pies hasta las articulaciones de los dedos. Por lo tanto, quienes son físicamente activos (especialmente corredores) o quienes tienen un arco del pie alto pueden experimentar cambios de presión en uno o más metatarsianos, que culminan en inflamación y dolor.
Otros factores incluyen obesidad, zapatos mal adaptados y una serie de otros factores que pueden hacer que la presión cambie, como juanetes y dedos en martillo. El neuroma de Morton, un crecimiento de tejido fibroso no canceroso alrededor de un nervio que puede imitar los síntomas asociados con la metatarsalgia, puede contribuir al estrés que se ejerce sobre los metatarsianos. Esto es más común en corredores y aquellos que usan zapatos que no les quedan bien y tacones altos.
Los síntomas incluyen dolor alrededor de los dedos de los pies y las plantas de los pies que pueden ser agudos, continuos, ardorosos o punzantes. Este dolor se agrava al caminar o correr, así como al caminar descalzo sobre una superficie dura. Algunos pacientes incluso pueden sentir como si estuvieran caminando con una piedra en sus zapatos. Los síntomas generalmente se desarrollan con el tiempo, aunque se sabe que ocurren sin previo aviso. Aunque se recomienda acudir al médico si el dolor persiste o empeora sin tratamiento, en la mayoría de los casos la afección se puede tratar en casa.
Tratamiento a domicilio
La mejor forma de tratar la metatarsalgia es simplemente descansar el pie afectado. Se sugiere suspender todas las actividades de alto impacto, aunque se recomiendan como alternativas los ejercicios de bajo impacto, como la natación o el ciclismo.
Además de descansar, estirar y colocar hielo en la zona afectada varias veces al día, durante unos veinte minutos cada vez, puede ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación.
El uso de zapatos adecuados o soporte para el arco, almohadillas metatarsianas y plantillas que absorben los golpes puede ayudar a evitar que se ejerza una presión excesiva sobre el pie, así como a controlar el movimiento. Los soportes de arco rígidos, hechos de plástico o fibra de carbono, están hechos para controlar el movimiento del pie y pueden usarse junto con almohadillas metatarsianas.
Tratamiento médico
Los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno, el naproxeno y la aspirina, son los únicos medicamentos recomendados como tratamiento para la metatarsalgia. Actúan aliviando el dolor y la inflamación asociados con la afección.
Si un juanete o un callo están causando la afección, los analgésicos mencionados anteriormente, junto con emolientes (calman y suavizan la piel), astringentes (contraen los tejidos) o ungüentos, pueden brindar alivio. En casos raros, se puede recomendar una inyección de corticosteroides.