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Los jugadores profesionales piensan en dos cosas cuando se atan las botas: comodidad y apoyo. Los zapatos muy cómodos pueden dejar algo que desear en el soporte. Por otro lado, aquellos que son demasiado firmes pueden sentirse incómodos. El objetivo es atar los cordones para que queden firmes y cómodos para no dejar a ninguno de los dos con ganas. De esta manera, el jugador puede jugar lo mejor posible y aún proteger sus pies y tobillos.
Paso 1
Coloque la punta del primer zapato en los dos primeros orificios al final del zapato. Tire de ambos extremos hasta que quede dividido simétricamente. Tome el lado derecho y cruce al segundo agujero (en el lado izquierdo del maletero). Tome la izquierda y cruce al segundo hoyo (en el lado derecho).
Paso 2
Pon tu pie en el maletero. Atarlo mientras los pantalones le ayudará a determinar el nivel de comodidad y apoyo que necesita.
Paso 3
Continúe cruzando los extremos de los cordones en el agujero del lado opuesto. Haga esto hasta que el cordón esté sobre toda la bota.
Paso 4
Tira de ambos extremos de los cordones para hacer un lazo si es necesario.
Paso 5
Haz un nudo doble para atar la bota. Haga siempre esto para asegurarse de que se mantenga firme durante el entrenamiento o el juego.
Paso 6
Repita del paso 1 al 6 con el segundo arranque.