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El aloe vera, o aloe vera, es una planta que se ha utilizado durante cientos de años para tratar irritaciones leves de la piel o intestinales. Esta planta normalmente es saludable y requiere un mantenimiento mínimo, pero algunas circunstancias pueden hacer que aparezcan manchas en las hojas, volviéndolas marrones.
Luz solar directa
La causa más común de oscurecimiento de las hojas de aloe es la exposición directa a la luz solar. Si bien a esta planta le va bien fuera del hogar, necesita sombra parcial. En interior, el aloe debe recibir una cantidad adecuada de luz solar indirecta.
Agua
Como ocurre con la mayoría de las plantas, demasiada o muy poca agua hará que las hojas de aloe se oscurezcan. En regiones de alta humedad, temperaturas frías y en jardines, el aloe no necesita ser regado con frecuencia, una o dos veces al mes es suficiente. En regiones más cálidas, es importante regar esta planta una o dos veces por semana para mantener un nivel de humedad saludable. La regla general es: regar siempre la planta cuando el suelo esté completamente seco. Si la planta comienza a marchitarse, significa que necesita agua y está usando sus propios fluidos para alimentarse.
Trasplante
Al trasplantar aloe joven, sus hojas pueden volverse marrones o grisáceas a medida que las raíces buscan agua y se adaptan a sus nuevas condiciones. En este caso, riegue las plantas después de la siembra inicial, pero no las vuelva a regar durante las próximas tres semanas.