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Las ratas y los ratones pueden causar grandes problemas en el hogar. Contaminan los alimentos, dañan los utensilios y propagan enfermedades. Hay muchos métodos para lidiar con las infestaciones de roedores y esta cantidad de opciones puede generar dudas sobre la efectividad de cada uno. Una sugerencia común es usar bolas de naftalina para luchar contra los roedores. En general, son eficaces para mantener alejados a los animales, pero en realidad no los matan.
Colocación de naftalina
Cuando se trata de infestaciones de roedores, es bueno determinar cómo ingresan a la casa o dónde se han asentado. Busque agujeros o grietas que puedan conducir al exterior de la casa o al interior de las paredes. Estos son los lugares donde debe concentrar las bolas de naftalina. Si sabe que hay un nido dentro de la pared, coloque varias bolas cerca de la entrada para ahuyentar a los roedores. Las bolas se pueden colocar individualmente o en bolsas de plástico cerca de la entrada. El sobre debe estar al menos ligeramente abierto y no sellado. Este puede ser un método no letal para tratar con los roedores, pero es posible que no los ahuyenta por completo. Es posible que necesite repelentes de sonido, trampas y trampas para ratones para combatir infestaciones importantes.
Manejo cuidadoso
Es importante no colocar naftaleno en lugares donde se colocan o preparan alimentos. No solo huele mal, sino que puede dejar toxinas en la comida. Están hechos de naftaleno, que es peligroso para los humanos y las mascotas. Los altos niveles de exposición al naftaleno pueden causar vómitos, diarrea, náuseas, sangre en la orina e ictericia.
Otros métodos no letales
Cuando use bolas de naftalina, pruebe otras estrategias para disuadir a los roedores de entrar en su casa. Saque rápidamente las bolsas de basura y colóquelas en los cestos de basura, que deben guardarse bien en casa. Elimine los arbustos densos y las malas hierbas del área cercana a la casa para eliminar los escondites de los roedores. Use lana de acero para tapar los agujeros más grandes en las paredes y los cimientos, ya que las plagas no pueden atravesar el material.