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Los coágulos de sangre son importantes en el proceso de curación después de la extracción del diente. La falta de un coágulo después del procedimiento dental puede provocar alveolitis, que puede infectar el área después de la extracción. Si no se forma o se elimina, el proceso de recuperación puede verse afectado o prolongado.Es necesario contactar a un dentista inmediatamente si esto sucede. Los coágulos se pueden eliminar dentro de las primeras 24 horas de la extracción si escupe o enjuaga vigorosamente. Chupar una pajita o fumar también puede eliminarlo. Los líquidos calientes, como el café o la sopa, pueden disolver el coágulo.
Paso 1
Mantenga la gasa sobre el sitio de extracción para aplicar una presión firme durante aproximadamente una hora. El dentista generalmente le proporcionará un poco de gasa después de la extracción. Saldrá del consultorio con uno en la boca sobre el área tratada.
Paso 2
Retire la gasa con cuidado para ver si el sangrado se ha detenido.
Paso 3
Aplique más gasa para controlar el sangrado durante las primeras 24 horas. Una bolsita de té ligeramente húmeda sirve como sustituto de la gasa e incluso ayuda a la formación de coágulos debido al ácido tánico del té. Si el sangrado persiste después de 24 horas, comuníquese con su dentista.
Paso 4
Cuando el coágulo comience a formarse, verá una sustancia en forma de película de color rojo oscuro en la extracción. Incluso puede verse y sentirse como un trozo de chocolate suave.
Paso 5
Tenga cuidado al tocar la zona y solo toque si es difícil ver el coágulo, dependiendo de dónde se encuentre la extracción. Un espejo dental puede ayudar durante este proceso. Solo debe tocar el lugar brevemente, pero no es necesario que pueda ver el coágulo.
Paso 6
En lugar de cepillarse los dientes, enjuáguelos bien con una mezcla de sal y agua durante unos días.