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Lo que antes era la única opción de horno disponible, hoy en día los modelos a leña vuelven una vez más a las cocinas exteriores. Generalmente construidos en piedra, ladrillos y hormigón, los hornos de leña se utilizan comúnmente para hacer pan, pizza y carnes asadas, ahumadas en madera. Aprender a usar un horno de este tipo requiere tiempo y práctica, pero el sabor de la comida compensa las horas dedicadas.
Paso 1
Enciende el fuego en tu horno una o dos horas antes de que sea el momento de usarlo. Elija madera dura, seca y tratada, como roble, nogal o madera de árboles frutales, como manzana, melocotón o ciruela. Use sólo periódicos o encendedores de fuego líquidos no tóxicos para encender las llamas.
Paso 2
Sigue alimentando el fuego hasta que la zona central se ponga blanca, como ocurre con las brasas de una barbacoa.
Paso 3
Comienza a alimentar el fuego desde los bordes hasta que todo el horno esté caliente.
Paso 4
Apunte el termómetro infrarrojo hacia el centro del horno. Cuando la temperatura interna alcance los 650 ° C o 750 ° C, estará lo suficientemente caliente para hornear pizzas y panes planos.
Paso 5
Para cocinar usando las llamas, tire de las brasas hacia un lado del horno y coloque los asados u otras carnes al lado. Use una olla de hierro pequeña o accesorios de chimenea normales para mover las llamas.
Paso 6
Coloque una parrilla de cocina de piso sobre las brasas para ahumar alimentos como hamburguesas, filetes y mariscos.
Paso 7
Para hornear panes, tartas y pasteles, retire las brasas del horno caliente.