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La clívia es conocida por ser una flor casera hermosa y de fácil mantenimiento. Ella florece al final del otoño y del invierno, entonces, asegúrese de que ella iluminará cualquier casa durante los meses fríos, con sus ramos de flores amarillas o naranjas. Es muy difícil matar una clívia, pero hay consideraciones especiales a las que usted debe atentarse si decide añadir esa planta a la decoración de su casa.
Tenga una clívia en casa (Jupiterimages / Photos.com / Getty Images)
Solo y luz
Es importante utilizar un sustrato que drene bien y esté compuesto de por lo menos 50% de materia orgánica, como musgo o cáscara de pino. Las mezclas de orquídeas son suficientes también. El sustrato necesario se puede encontrar en la mayoría de las tiendas de materiales de jardinería. Las raíces de la clívia toleran aglomeraciones y crecen mejor si son plantas cercanas. En algunos casos, pueden incluso emerger en el suelo. Esto es normal y no hay nada que preocuparse. Replantea su clívia cada tres o cinco años, una vez que haya florecido. Al hacer esto, elija un vaso del mismo tamaño del antiguo.
Las clívias son nativas de Sudáfrica, donde crecen en los bosques, en la base de los árboles. Ellas prosperan en la luz solar indirecta o filtrada, pudiendo tolerar sombra, pero eso no es lo ideal. No exponga su clívia a la luz solar directa, ya que esto puede herirla.
Riego y nutrición
En el bosque, la clívia tiene agua fresca disponible durante todo el verano y pasa el invierno completamente seco. Ella prefiere lugares secos, entonces, regarla constantemente no es necesario o sano. Al regarla, es importante mojar bien las raíces. Un sustrato que permanezca mojado por mucho tiempo puede pudrir las raíces y matar a su planta. No es necesario regarla cada semana, sólo cuando la parte superior del suelo esté completamente seca.
Las clívias no requieren mucho fertilizante. En realidad, cuanto menos fertilizante, mejor para la planta. Usar un sol en agua, mensualmente, es una buena idea, pero sólo después de que la planta haya florecido completamente. Deja de abonarla a mediados de septiembre, período en que la planta florece.