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El mangostán, conocido botánicamente como Garcinia mangostana, es un árbol frutal tropical de crecimiento lento. Las necesidades climáticas de esta planta son tan severas que rara vez se cultiva fuera de su hábitat nativo en el sudeste asiático. Cultivar mangostán a partir de semillas es una tarea con diversos grados de éxito; después de todo, las condiciones ambientales deben mantenerse constantes durante un período de 12 a 20 años, el tiempo que tarda la semilla en convertirse en un árbol adulto con frutos. Este árbol no tolera los trasplantes, así que plantéelo en un área que sea lo suficientemente grande y resistente como para que no sea necesario replantarlo durante otros tres a cinco años.
Paso 1
Elija las semillas desarrolladas a partir de una fruta madura para plantar. Las semillas de mangostán deben retirarse y plantarse lo antes posible, no más de unos días después de haberlas extraído. Las semillas compradas generalmente se empaquetan en musgo húmedo, en bolsas o recipientes herméticos. Remoja las semillas durante 24 horas antes de plantarlas.
Paso 2
Plantar las semillas en huecos de al menos 20 cm de profundidad, en suelo arenoso, rico en materia orgánica y mezclado con compost orgánico. El suelo debe tener al menos 1,20 m de profundidad. La germinación suele tardar de 20 a 22 días y finaliza en 43 días. Las plántulas necesitan aproximadamente 2 años para crecer 30 cm. Después de alcanzar los 60 cm, es posible trasplantarlo. Sin embargo, haga esto solo si es necesario.
Paso 3
Mantener la temperatura regulada, siempre por encima de los 10 ºC y por debajo de los 37ºC. Proteja las plántulas de los fuertes vientos.
Paso 4
La planta debe recibir un máximo de 13 horas de luz solar filtrada o sombra parcial al día.
Paso 5
Riégalo con frecuencia, manteniendo el suelo siempre húmedo. La humedad suministrada a la semilla, plántula o árbol maduro debe igualar al menos 1,4 m de lluvia por año. Use solo agua potable y nunca permita que la planta reciba agua salada o agua del grifo salina.