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La hepatitis C es una enfermedad silenciosa que puede afectar principalmente al hígado, provocando otras enfermedades como la cirrosis o el cáncer. El exceso de peso obstaculiza el tratamiento de la enfermedad, mientras que una buena nutrición puede ayudar a regenerar las células dañadas. Por eso es muy importante que el paciente sepa qué alimentos evitar y cuáles pueden ayudar a controlar el progreso de la enfermedad. Vea a continuación qué tipo de dieta es la más adecuada para quienes padecen hepatitis C y cuáles son los 'villanos' de una buena nutrición.
Verduras y verduras
Cuanto más colorido sea tu plato, mejor. Este es un consejo que funciona para todos, pero los pacientes con el virus de la hepatitis C deben seguirlo al pie de la letra. Es muy recomendable comer siempre una amplia variedad de verduras, preferiblemente cocidas. Pero cuidado: el paciente debe tener cuidado de no ingerir grandes cantidades de alimentos con alto contenido en hierro - como las espinacas, por ejemplo - ya que la digestión de este nutriente se ve afectada por la enfermedad. Los pacientes que necesitan controlar la cantidad de potasio en la sangre también deben ser conscientes. Lo ideal es consultar siempre a su médico.
Carnes magras
Las carnes rojas tienen un alto contenido de hierro, que debe ser evitado por un paciente con el virus de la Hepatitis C. Por ello, se recomienda consumir únicamente carnes blancas, como pollo y otras aves, además de pescado. Estas carnes tienen un alto valor nutricional con bajo contenido calórico y graso. También deben evitarse los derivados de las carnes rojas, como el tocino, las salchichas, las salchichas y otras salchichas, debido también a su alto contenido en sodio.
Jugos naturales
Es necesario beber muchos líquidos durante el día para mantener el cuerpo hidratado y prevenir y retener líquidos durante el tratamiento. Una gran opción es la ingesta de jugos naturales, ya que son ricos en vitaminas, minerales y fibras, componentes esenciales para que el paciente se sienta bien durante el tratamiento. El consumo de bebidas alcohólicas está estrictamente prohibido para un paciente con hepatitis, ya que puede dañar aún más la función hepática del hígado y anular los efectos del tratamiento contra la enfermedad.
Come cada tres horas
Es muy común que los pacientes, durante el tratamiento de la Hepatitis C, pierdan el apetito y por eso terminen perdiendo peso. Para ayudar en la regeneración del hígado, es necesario que se ingieran diariamente las calorías necesarias, ayudando así en el control de la enfermedad. Para ello, el paciente debe acudir al médico para conocer cuál es la dieta ideal para su caso específico. Otro consejo es no olvidar comer al menos cada tres horas. Se recomiendan frutas, nueces, pan integral.