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Tanto los callos como las verrugas plantares son enfermedades de la piel que pueden afectar los pies. Aunque a veces son parecidas, tienen diferentes causas y tratamientos.
Calos
Los callos son simplemente áreas de la piel engrasadas, endurecidas en un lugar expuesto a la fricción repetida o presión. Es la respuesta de la piel a esa presión y al esfuerzo por protegerse. A pesar de que normalmente son inofensivos, son antiestéticos e incómodos.
Tratamientos para los callos
Muchas veces, el único tratamiento necesario es eliminar la causa de la presión o fricción en el pie. El simple cambio de los zapatos o el uso de medias funciona. El médico también puede recortar la piel gruesa con un bisturí, o utilizar ácido salicílico trans-dérmico para disolverla. Tal vez él también prescriba un antibiótico para reducir el riesgo de infección del área.
Si la presión en el pie es causada por una deformidad o un problema de alineación ósea, la cirugía es recomendada para corregir problemas subyacentes y prevenir futuros callos y lesiones. La eliminación de los callos y otras enfermedades en los pies es especialmente importante para quienes son diabéticos o sufren de mala circulación, ya que tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones graves.
Verrugas plantares
Las verrugas plantares son diferentes de los callos, ya que son causadas por un virus. Estos crecimientos no cancerosos a menudo aparecen en la planta del pie o el talón, causados por el papilomavirus humano (VPH). Normalmente entra en el cuerpo a través de cortes o abrasión en la suela de los pies.
Tratamientos para verruga plantar
Aunque no es específicamente perjudicial, las verrugas plantares son incómodas y resistentes al tratamiento. La forma más común de tratarlas es utilizando el ácido salicílico común aplicado en su superficie. Si las soluciones de venta libre no son eficientes, el médico podrá usar alguna otra opción, incluyendo la crioterapia (que es la congelación de la verruga con nitrógeno líquido), medicamentos más potentes, una pequeña cirugía o el láser.
prevención
Se puede prevenir los calos fácilmente calzando zapatos y calcetines cómodos y bien ajustados para proteger la piel de los pies y reducir los puntos de presión. La reducción en el riesgo de desarrollar verrugas plantares implica protegerse de la exposición al virus del VPH. Aunque no es particularmente contagioso, el virus prolifera en lugares calientes y húmedos, como vestuarios, piscinas y baños. Por lo tanto, evite caminar descalzo en esos lugares.