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El ginseng es una planta perenne de crecimiento lento con grandes raíces carnosas, originaria de Asia. El jengibre es un tubérculo del sur de Asia. Tanto el ginseng como el té de jengibre se elaboran a partir de las raíces de estas plantas. Ambos se utilizan en medicina alternativa y se preparan de la misma forma básica: con rodajas de raíz, en preparaciones en polvo o en bolsitas industrializadas. La similitud entre los nombres de las dos hierbas puede causar cierta confusión entre los desprevenidos.
Sabor
El té de ginseng tiene un color amarillo brillante y un sabor metálico fuerte, parecido al sabor de una moneda. Deja un regusto fuerte y persistente que los herbolarios chinos describen como "dorado". El ginseng definitivamente tiene un sabor pronunciado. A su vez, el té de jengibre es conocido por su sabor picante. Es dulce y tiene el color marrón rojizo "jengibre" de la especia.
Preparación
En general, el té de ginseng se prepara colocando rodajas de la especia en una taza, agregando agua caliente y dejándola reposar durante cuatro a cinco minutos. Cuanto más tiempo se infunde la bebida, más fuerte se volverá. Puede reutilizar el ginseng para hacer dos o tres tazas más. El té de jengibre se obtiene de la misma forma colocando finas rodajas de la especia en una taza de agua caliente y dejándola infundir. El jengibre debe infundirse durante el doble de tiempo que el ginseng, de cinco a diez minutos. Ambos tés se pueden endulzar al gusto, pero el té de jengibre necesita menos azúcar. Algunas personas simplemente agregan limón al té de jengibre y piensan que ya es lo suficientemente dulce.
Efectos
El té de jengibre es conocido por sus efectos sobre la digestión y el dolor. Se informa que su efecto positivo alivia los problemas de estómago, náuseas, flatulencias y previene las náuseas y los mareos. El jengibre también se usa para controlar el dolor crónico y los síntomas de la artritis, el reumatismo y el dolor muscular, para reducir los síntomas de alergias, resfriados y problemas respiratorios. El ginseng es conocido por sus efectos en el cerebro. El té de ginseng se utiliza para aumentar el tiempo de reacción del sistema inmunológico, mejorar la claridad mental y la resistencia al estrés. También se ha informado que el ginseng aumenta la resistencia a virus e infecciones, además de minimizar el riesgo de cáncer y diabetes.