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De acuerdo con la Administración de incendios de Estados Unidos, 310 estadounidenses mueren cada año y otros 1.000 sufren heridas por incendios eléctricos domésticos. Para que usted no sea parte de esta estadística, si su lavadora de ropa GE Prodigy emite humo y olor a quemado, apáguela de la toma y no la use hasta que el problema sea identificado y reparado. El humo y el olor a quemado pueden resultar del motor de tracción, de la transmisión, de una fuga de agua o de una sobrecarga de la máquina.
Un motor defectuoso puede emitir humo y olor a quemado (Ryan McVay / Photodisc / Getty Images)
Motor de tracción
Si el motor de tracción no funciona correctamente, la lavadora GE Prodigy puede emitir humo y olor a quemado. Muchas lavadoras utilizan un motor reversible, que gira en una dirección durante el lavado e invierte su dirección durante la centrifugación y el drenaje de agua. Si el motor está defectuoso, puede seguir haciendo una función o la otra, pero no las dos, y su incapacidad para girar en uno de los sentidos puede causar humo y olor a quemado. La solución a este problema es el cambio del motor.
transmisión
La culpable por el problema también puede ser una transmisión defectuosa. En algunas lavadoras, el motor gira en sólo un sentido, y hay una transmisión con un transformador electromecánico que controla el cambio entre el lavado y el centrifugado. Si hay un problema con la transmisión o el transformador, estos problemas pueden causar olor a quemado y humo.
Agua en el cableado eléctrico
El contacto del agua con los componentes eléctricos puede ser la fuente del problema. La lavadora tiene un sistema de cableado eléctrico y, si el agua se va de la máquina y se pone en contacto con estos componentes, puede emitir humo, olor a quemado y causar un cortocircuito. Dependiendo de la posición de la secadora y de la gravedad de la fuga, puede dañar la máquina.
Otras consideraciones
El peso excesivo causado por la sobrecarga de la lavadora somete el motor y la transmisión a estrés extremo, lo que hace don que se esfuercen excesivamente, posiblemente resultando en humo y olor a quemado. Además, si el aceite que lubrica el motor o la transmisión está flotando, causará los mismos síntomas.