Cómo redactar un contrato de alquiler de caballos

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Alquilar un caballo es una decisión que debe ser tomada con cuidado, sea usted la persona que alquila o la que desea alquilar. Un contrato de alquiler debe ser hecho, para que las partes sean conscientes de lo que fue acordado entre las dos. El dueño debe asegurarse de que el caballo será bien cuidado y, puede vetar la participación del animal en alguna situación. Quien alquila, puede tener el interés en cabalgar y cuidar de un caballo, sin embargo, el deseo de poseer uno a largo plazo. Un contrato de alquiler de equinos ofrece protección legal para el caballo, dueño y arrendador.

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Un contrato de alquiler de equinos ofrece protección legal para el caballo, dueño y arrendador. (Horse theme: jockeys, horse razas, speed. Image by Andrey Kiselev de Fotolia.com)

Determine el contrato. Cuando el arrendador y el arrendatario cierran la asociación, los términos del contrato deben ser determinados y acordados, antes de que el contrato sea redactado. Por ejemplo, el dueño del caballo puede concordar con cabalgatas y, con el uso del caballo en el establo, pero vetarlo en espectáculos y exposiciones. Por otro lado, el contrato puede dar al arrendatario la preferencia de elegir el establo para albergar el animal. El arrendador puede, además, cobrar una tasa sobre los costos de alimentación y mantenimiento del caballo. Todos estos términos y, posiblemente otros más, deberán constar en el contrato. Cabe al locatario hacer las preguntas y, al locador, mostrarse celoso sobre sus expectativas. Los principales factores a considerar son los costos de cuidado con el caballo (alimentación, herraduras, veterinario, mantenimiento de rutina, suplementos), uso de equipo, costo del alquiler, donde el caballo será mantenido y, qué hacer en una situación de emergencia . Los términos adicionales pueden contemplar exposiciones, opciones de compra y personas autorizadas a cabalgar el animal.
Uso del caballo. Es un área que debe ser revisada y completamente discriminada. El arrendatario puede no querer que otra persona, además del locatario, cabalgue al animal. Si es el caso, debe estar explícito en el contrato. La utilización del caballo comprende, también, su uso para saltos, senderos y otras actividades. Si el propietario no quiere que el caballo sea llevado más allá de los límites de la propiedad, esto debe estar en contrato. También se deben considerar los días que el caballo estará disponible si el alquiler es parcial. Esto quiere decir que el arrendador puede cabalgar en días determinados y se le cobrará un valor parcial en relación con el cuidado del animal.
Sostenga el caballo. Sea elegante, sostenga el caballo e informe a su agente de seguros que está cediendo el animal para el alquiler. En este caso, la agencia de seguros añadirá al arrendador a la política de seguros de la compañía. Esto protegerá a todos en caso de accidente, muerte o robo del animal. Póngase en contacto con el agente de seguros lo antes posible, tan pronto como decidiera ceder el animal para el alquiler.
Redice el contrato. Ahora que ambas partes han llegado a un acuerdo de costos, uso y seguro, es hora de redactar el contrato. Muchos arrendatarios concluir el contrato por cuenta propia. Es siempre mejor que un agente de seguros de caballos, un granjero o un abogado pueda echar un vistazo al pre-contrato, antes de que sea firmado. El arrendatario también debe pedir a un abogado que revise los términos antes de la firma.
Incluya un término de responsabilidad. Siempre es bueno incluir un compromiso de responsabilidad, separado del contrato de arrendamiento. Un término de responsabilidad establece que el arrendador no se responsabilizará por accidentes causados por, o mientras el locador hace uso del animal. Esto garantiza al dueño del caballo inmunidad, en caso de que el locador venga a herirse, mientras cabalga o maneja el animal.