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Cuando usted se ejercita, pasa por diversos cambios fisiológicos o cambios que ocurren internamente o externamente. Él comienza a transpirar, el corazón late más rápido y la respiración se vuelve más fuerte. Todos los cambios que ocurren están conectados, y sabiendo cómo y por qué están conectados no sólo hace entender mejor el proceso de los ejercicios, como permite que se tenga una mejor experiencia al ejercitarse.
Durante el ejercicio, la tasa cardíaca y respiratoria aumenta para suplir la demanda (corriendo por Byron Moore de Fotolia.com)
Tasa cardíaca
La tasa cardíaca de o pulso es el número de veces que el corazón late por minuto. Dependiendo de la edad y del nivel de acondicionamiento, el pulso de un adulto varía de 60 a 100 latidos por minuto. El corazón bombea sangre por el cuerpo entero a cada golpe y es por eso que la tasa cardiaca es un buen indicador de los niveles de condicionamiento o de la fuerza del corazón. Cuanto más baja la tasa cardiaca, más fuerte es el corazón, pues puede bombear más sangre a cada golpe.
Tasa respiratoria
La tasa en que se respira también se conoce como ventilación, en promedio de 12 respiraciones por minuto, en reposo. Cada vez que se inspira, el oxígeno se entrega a la sangre y se transporta a los músculos que están trabajando, donde es necesario como energía de metabolismo. Cuando se expira, se soltan los residuos del metabolismo energético, el dióxido de carbono.
Efectos en el ejercicio
Durante el ejercicio, tanto la tasa cardiaca como la respiratoria aumentan, causada por la demanda de oxígeno de los músculos que están trabajados. El corazón comienza a golpear más rápido para distribuir el oxígeno más rápidamente y se empieza a respirar más fuerte, para suplir la demanda de oxígeno.
recuperación
Cuando se para ejercitar, el cuerpo comienza a recuperarse, pero se puede notar que la tasa cardiaca y hasta la tasa respiratoria todavía pueden estar elevadas de dos a cinco horas después del término de los ejercicios. Esto sucede porque el cuerpo entra en un estado de falta de oxígeno después del ejercicio y porque todavía existen subproductos metabólicos en el cuerpo, como el ácido láctico y el dióxido de carbono. Estos subproductos deben ser liberados antes de que el cuerpo vuelva al estado de reposo oa nivel homeostático. El corazón sigue golpeando rápido para mantener ese proceso y para reanudar los niveles homeostáticos del cuerpo. El tiempo que el cuerpo administra estas altas tasas depende de la intensidad de los ejercicios.
adaptación
Cuando se adopta un plan de ejercicios regulares, notará cambios a largo plazo ocurriendo. La tasa cardiaca de reposo disminuirá, la tasa respiratoria puede no modificarse, ya que el volumen de los pulmones no altera, pero el corazón será más eficiente en la distribución de sangre y para entregar oxígeno en cada respiración. Ejercitarse en ciertas intensidades será más fácil y la tasa cardiaca será menor que antes, en esas intensidades, ya que el corazón estará más fuerte.