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El término "tártaro" se refiere a la acumulación de minerales, compuestos orgánicos, placa bacteriana, restos de comida y suciedad en la superficie de los dientes. Una vez que esté formada, puede ser difícil quitar la sustancia dura y amarillenta, lo que hace que los dientes cambien de color y queden poco atractivos. Un dentista profesional puede quitar el tártaro pero, para quien prefiere una alternativa más barata, hay varios remedios caseros eficientes.
Cepillarse los dientes
La primera cosa que se debe hacer para la remoción del tártaro es cepillarse los dientes al menos dos veces al día, por lo menos dos minutos y con una pasta de dientes con acción anti-sarro. Si es posible, utilice un cepillo eléctrico con cabeza rotatoria, ya que ayuda a romper la placa más difícil de quitar. Pase el hilo dental entre los dientes y la encía al menos una vez al día. Frote el hilo varias veces contra la superficie de los dientes para ayudar en la remoción. También es posible raspar el tártaro con un instrumento llamado "sonda exploratoria", usado por dentistas.
Peroxido de hidrogeno
Enjuagar la boca con el peróxido ayuda a quitar el tártaro. Mezclar una cucharada de antiséptico bucal con tres cucharadas de peróxido de hidrógeno del 3%. Transfiera la mezcla a la boca cuidadosamente y haga enjuague, principalmente en la encía y en todos los dientes. Tenga cuidado de no tragar el líquido, ya que el peróxido de hidrógeno puede inducir al vómito. Después de un minuto, incline la cabeza hacia atrás y gire. Si la solución crea espuma, simplemente escupa el exceso de fluido y continúe. La burbuja es el peróxido reaccionando con el tártaro, creando burbujas de oxígeno puro que, a su vez, ayudan a ablandar las partículas atrapadas en la superficie del diente.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio posee propiedades levemente abrasivas y blanqueadoras. Al ser aplicado en la superficie de los dientes, ayuda a remover el tártaro endurecido y la placa bacteriana. Cuando se disuelve en agua, el bicarbonato de sodio ayuda a limpiar y fortalecer la superficie de los dientes, además de los polielos con acción cepillante. Este producto no sólo elimina el tártaro, sino que también mejora la apariencia general de los dientes, haciéndoles parecer más blancos. Para aplicarlo, mezcle una cucharadita con agua para formar una pasta consistente. Pasar la pasta en un cepillo de dientes y cepillarlos, enjuagándolos a continuación.