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Las convulsiones son relativamente comunes entre chichillas, cuyo sistema nervioso delicado puede irritarse por diferentes factores, incluyendo deficiencia de vitamina C, alergias a alimentos, estrés, accidentes o enfermedades. Los dueños de chichillas deben tomar cuidado y monitorear la dieta del animalito, así como su seguridad y sus actividades, pero incluso en los mejores escenarios, pueden haber convulsiones. Cuando se producen, es importante mantener el animalito tranquilo y fuera de peligro. Saber reconocer las señales que indican la convulsión ayuda en ello.
Contraindicaciones musculares
Como las chinchillas son pequeñas, el sistema nervioso es más activo, lo que las hace más susceptibles a las contracciones. Esto suele ser normal, pero si la contracción se produce por un período prolongado de tiempo (más de un minuto) en un área específica o se extiende a la mitad del cuerpo o el cuerpo entero, es posible que esté convulsionando. Las convulsiones en la mitad del cuerpo son comunes principalmente en la variedad con ojos rojos.
turno
También común en chinchillas de ojos rojos, este tipo de convulsión no se parece a una convulsión: el animal simplemente queda un largo período girando en círculos.
sacudir
Si la chinchilla está temblando de los pies a la cabeza, probablemente ella está empezando a convulsionar. Ella puede seguir temblando o tener espasmos y quedar rígida.
Cuerpo rígido
Si el cuerpo de la chinchilla se vuelve rígido, pudiendo ser acompañado por espasmos musculares, es posible que esté teniendo una convulsión. Esto es más común en chinchillas preñadas o con deficiencia de vitamina C.
Arquear o girar la cabeza
A veces, durante la convulsión, las chinchillas levantar la barbilla, hacia la cola, o girar la cabeza hacia el lado, hacia el hombro.