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Cuando un gato se diagnostica con una lesión en la cola, hay varias opciones disponibles para reparar el daño. Las lesiones típicas son colas quebradas, paralizadas y con laceraciones. Consulte con un veterinario muy recomendado. Él hará un examen completo en el gato, incluyendo rayos X, para descubrir el origen de la lesión.
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Haga que el gato se quede lo más cómodo e inmóvil posible, para evitar más lesiones. Llevar el gato al consultorio del veterinario puede ser una experiencia traumática, especialmente cuando él ya está sintiendo dolor. Una caja de transporte, bolsa o incluso una caja común pueden funcionar bien para llevarlo e inhibir el movimiento de él.
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Siga las recomendaciones del veterinario sobre cómo cuidar a su gato en su casa. En el caso de una cola paralizada, el veterinario probablemente querrá amputar la cola del gato. La amputación es necesaria, pues la cola quedará arrastrando y entrando en el camino del felino al orinar y defecar, lo que hará un lío. Algunos gatos tienen parálisis en los músculos de la vejiga y del esfínter, que inhiben la capacidad de orinar y defecar. El cuidado con estos gatos incluye laxantes y la ayuda para vaciar la vejiga, así como la limpieza diaria, para evitar el olor y la infección en el animal. Esto lleva tiempo y dedicación, y puede ser estresante para el gato y para el dueño. Si la cola del gato está rota y las vértebras no están separadas, tendrá que quedarse en reposo dentro de su casa, para que se quede curada. Esto puede incluir sedantes para un gato hiperactivo. A veces es necesario hacer una cirugía para reparar una cola rota y separada, y, nuevamente, la recuperación ocurre con el reposo en casa. Si la lesión es una laceración, el veterinario puede dar puntos o hacer un vendaje. El collar elizabetano puede ser necesario para impedir que el gato lame o mordiera el local. El collar elizabetano es un collar en forma de cono, que se fija alrededor del cuello e impide el acceso de la cabeza al cuerpo.
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Previene lesiones, optando por mantener al gato dentro de casa, proporcionando una caja de arena y un rascador. La mayoría de los gatos con lesiones en la cola adquieren sus heridas al aire libre. Ser atropellados por un coche, quedarse con la cola atrapada en una cerca y entrar en pánico para huir de ciertas situaciones provocan esas lesiones.