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Un par de zapatillas para correr del tamaño correcto requiere un período mínimo de adaptación. Sin embargo, si sus pies son delicados o si tiene un desequilibrio estructural, es mejor que se acostumbre lentamente a sus nuevas zapatillas. El ablandamiento gradual ayuda a reducir lesiones, como ampollas y dolor en los pies. Elija zapatillas que combinen con su tipo de zancada, ya sea neutra, supina o pronada.
Paso 1
Vea si sus zapatillas tienen el tamaño y la forma correctos. Los zapatos para correr deben ser cómodos, pero ajustados. Si son demasiado ajustados, demasiado holgados o simplemente incómodos, considere visitar una tienda de atletismo y comprar un par de zapatos para correr más apropiados.
Paso 2
Ata los cordones de tus nuevas zapatillas. Estírate para prepararte para una carrera larga.
Paso 3
Empiece a caminar durante unos tres minutos para calentar y luego acelere lentamente hasta llegar a una carrera lenta. Sienta cómo se dobla el tenis y cómo se ajusta al pie. Debe ser justo, amortiguar bien y proteger sus pies.
Paso 4
Aumente gradualmente su paso hasta que esté corriendo a su velocidad normal. Deja de correr y ajusta los cordones si sientes alguna molestia o dolor.
Paso 5
Alterna carreras largas entre tus zapatos para correr nuevos y viejos para facilitar la transición entre ellos. Esto también le permitirá comparar ambos modelos.