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Si quedan trozos crujientes de pollo empanado de la cena de ayer, usted puede recalentarlos y consumirlos al día siguiente durante el almuerzo o la cena. Se pueden colocar en sándwiches, o se pueden picar para complementar las cremas de color verde, o pueden ser sólo recalientes y servidos con una salsa y patatas fritas. Estos aperitivos son fáciles de calentar y usar en varios platos. Los métodos usados varían dependiendo del tiempo que usted tiene disponible y de lo crocantes que desea que el pollo quede.
instrucciones
Los niños adoran los pedazos de pollo empanados (Jupiterimages / Stockbyte / Getty Images)-
Coloque los trozos de pollo en un plato que pueda ir al microondas y calentarlos por un minuto. Compruebe después de ese tiempo tocando el pollo en el medio con el dedo. Si está caliente, está listo. Caliente por intervalos de 30 segundos después del primer minuto. Este método es óptimo para cuando usted tiene prisa, pero puede hacer que la cubierta empanada pierda un poco de su textura crocante original.
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Caliente los pedazos de pollo en el microondas por 30 a 60 segundos, y luego los transfiera a un horno eléctrico. Esto calentará el interior del bocado antes de que la cubierta empanada más crujiente en el horno. Si acaba de colocar los pedazos helados en el horno, se quedarán con una cubierta crujiente, pero un interior frío. Asa los bocados en el horno por dos a seis minutos, dependiendo del número de pedazos que desea calentar.
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Precalentar un horno convencional a 170 ºC. Coloque los trozos de pollo sobre una bandeja y lleve al horno precalentado por 20 minutos, volviéndolos a la mitad del tiempo. Este método resultará en una cáscara mucho más crujiente, en comparación con los anteriores.
consejos
- Las trozas de pollo frito deben consumirse dentro de tres a cuatro días después de haber preparado por primera vez.
- Para evitar el resecamiento de la cubierta empanada en el horno eléctrico o común, embale los trozos de pollo en papel aluminio.
- Dejar los trozos de pollo helados sobre un mostrador por 20 a 30 minutos antes de recalentarlos en el horno. Dejarlos llegar a la temperatura ambiente puede resultar en un calentamiento más uniforme.