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La arcilla se puede utilizar para crear cualquier modelo de su elección. Desafortunadamente, las cosas hechas con este material perderán su forma con el tiempo. Para evitarlo y conservar tus obras, tendrás que endurecer la arcilla de forma permanente calentándola en el horno. El calor disuelve el agua dentro de la arcilla, que de otra manera la mantiene maleable.
Paso 1
Coloque un estante en el medio del horno.
Paso 2
Precalienta el horno a 135º C.
Paso 3
Cubra una bandeja para hornear con papel de aluminio.
Paso 4
Coloque las piezas de arcilla en la bandeja para hornear. Asegúrese de dejar al menos 2 cm de espacio entre ellos.
Paso 5
Hornea la arcilla en el horno durante aproximadamente 20 minutos. Revíselo después de 10 minutos para asegurarse de que no se esté quemando. Si es así, sácalo del horno y baja la temperatura.
Paso 6
Retire la bandeja para hornear del horno después de 20 minutos. Toque suavemente la arcilla. Si está duro, retírelo de la sartén y coloque el trabajo sobre una toalla limpia para que se enfríe. Si está blanda, vuelva a poner la sartén en el horno, pero controle la arcilla cada 5 minutos.