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La diferencia entre seres vivos e inanimados puede no ser tan difícil para un adulto, pero para los niños en el jardín de infancia, esto puede ser un poco más difícil debido a su capacidad para imaginar que todo está vivo. Las actividades científicas sobre seres vivos e inanimados en el jardín de infancia ayudan a los más pequeños a hacer esta diferenciación mientras disfrutan de aspectos de la naturaleza.
Varita mágica
Muestre a los estudiantes la diferencia entre seres animados e inanimados. Ejemplos fáciles son las mascotas y los animales de peluche. Para tal actividad, cada niño dibuja o pinta una estrella en un trozo de cartón. Pida a los alumnos que recorten las estrellas. Agrega purpurina y otros adornos, como pegatinas y plumas en las estrellas. Pega un palo a la estrella para formar una varita mágica. Con este instrumento, los niños caminan por la habitación e intentan "transformar" objetos en seres vivos por arte de magia. Resalta los momentos en los que no funciona. También te ayudará a comprender la diferencia entre la realidad y tu imaginación.
Observar y ver
Tome un animal vivo y un animal de peluche. Algunos ejemplos podrían ser un conejo, un conejillo de indias o un hámster. Muestre a los estudiantes las diferencias entre los dos. Observe cómo se mueven y comen los animales vivos, mientras que el animal de peluche no. Lea libros sobre estos animales para explicar mejor la diferencia entre un animal vivo y uno inanimado. Luego, coloque al animal vivo en un lugar seguro y dele comida y agua. Haz lo mismo con el animal de peluche. Después de unos días, los estudiantes notarán que el animal vivo se comió la comida y el animal de peluche todavía tiene un tazón lleno de comida.
Álbum de recortes
Lleve a los estudiantes a una tienda de mascotas para una clase de campo o invite a los padres a traer animales vivos a una exhibición en el salón de clases. Pida a los estudiantes que elijan animales vivos y no vivos y los fotografíen. Imprima las fotos y pídales que identifiquen qué animales están vivos y cuáles no. Entregue a cada alumno un cuaderno e indíqueles que etiqueten una página como "Viva" y otra como "No viva". Entrégales las fotos tomadas y las imágenes recortadas de revistas para que las peguen en las páginas correspondientes.
Caza de la naturaleza
Lleve a los estudiantes a un parque local o simplemente al patio de la escuela para una lección de campo. Llévelos a un recorrido por la naturaleza supervisado y pídales que recolecten artículos inanimados mientras identifican a los seres vivos. Supervise este recorrido con cuidado, para que los niños no recolecten insectos como las hormigas rojas, por ejemplo. Por esta razón y porque los seres vivos viven mejor si se los deja en su hábitat natural, enfatice la importancia de solo observarlos. También puede dar a cada alumno un cuaderno y pedirles que dibujen las figuras animadas e inanimadas que se encuentren. Al regresar al aula, categorice los seres vivos e inanimados encontrados y discuta las diferencias entre ellos.