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Fáciles de cuidar y cultivar, tanto en interiores como en el jardín, los cactus son una gran planta para principiantes, pero pueden ser susceptibles a amarillear a ciertas temperaturas y condiciones estacionales.
Daño por frío
De acuerdo con el sitio web de Extensión Cooperativa de Arizona, los cactus son vulnerables a condiciones muy frías, lo que puede causar el amarillamiento de la planta y eventualmente la muerte si no se tratan. El sitio recomienda cubrir la planta si está expuesta durante mucho tiempo.
Quemadura de sol
La exposición excesiva al sol también puede causar que los cactus se pongan amarillentos, según el sitio web de Extensión Cooperativa de Arizona. Aunque no es mortal, las quemaduras solares provocarán una decoloración permanente. Como precaución, mueva el cactus a un área sombreada, girándolo según las condiciones de los rayos del sol o use una red protectora para cubrirlo.
Exceso de agua
El exceso de agua, un problema común con las especies que se cultivan en interiores, puede producir una textura sensible y una apariencia amarillenta o grisácea. Si el cactus parece seco y el suelo está húmedo, significa que el problema puede haber sido causado por un hongo. Para tratarlo, aplique un fungicida y vuelva a plantarlo, si es necesario.
Exposición a la luz
El cactus, originario del desierto, necesita suficiente luz para sobrevivir o se puede amarillear. Coloque el cactus en un área que reciba luz solar directa para remediar la decoloración.