Contenido
- Capacidad de aprendizaje
- Habilidades cotidianas
- Habilidades sociales
- Habilidad en el trabajo
- Desarrollo retrasado
IQ, abreviatura de cociente de inteligencia, es una medida que determina la inteligencia de una persona. Se mide en una escala numérica donde 100 se considera el promedio, 140 para los genios y las clasificaciones por debajo de 70 representan discapacidades mentales. Los puntos se basan en la edad, por lo que se tiene en cuenta el desarrollo del niño y del adulto. Una persona con un coeficiente intelectual de 45 se considera moderadamente retrasado mental, con varias características específicas.
Capacidad de aprendizaje
Los problemas de aprendizaje siempre están presentes en personas con un coeficiente intelectual de alrededor de 45. Aprenden a un ritmo más lento que los colegas con inteligencia promedio y pueden tener más dificultades con temas específicos. Como adultos, la mayoría de estas personas tienen, como máximo, las habilidades de lectura de un estudiante de segundo grado. El aprendizaje más lento de lo normal, junto con al menos otras dos discapacidades en áreas como las habilidades sociales o el cuidado personal, son características comunes para las personas con un coeficiente intelectual de 45.
Habilidades cotidianas
Las personas con discapacidades mentales moderadas pueden realizar tareas necesarias para la vida cotidiana, como lavarse los dientes y cambiarse de ropa. Algunas personas con este coeficiente intelectual necesitan cierta supervisión para realizar estas actividades, mientras que otras pueden realizarlas de forma independiente. Las tareas que son muy difíciles no se pueden realizar sin supervisión. A las personas con discapacidad mental moderada les va bien con rutinas definidas, porque no pueden cambiar su comportamiento para reaccionar ante lo inesperado.
Habilidades sociales
Los niños y adultos con discapacidad mental moderada pueden participar en entornos sociales y participar en actividades simples y estructuradas. Lo mejor es que estas actividades se realicen en un ambiente familiar y cerrado, ya que muchos estímulos externos pueden provocar euforia. Por lo general, estas personas se institucionalizan para adquirir estructura, estabilidad y la atención particular que necesitan.
Habilidad en el trabajo
Los adultos con un coeficiente intelectual cercano a 45 pueden realizar trabajos profesionales, siempre que las tareas sean razonablemente simples y sencillas. La repetición ayuda a mantener a los empleados alineados y enfocados. Lo ideal sería que se les asignaran tareas no esenciales. Las actividades del hogar o los trabajos de limpieza son dos tipos de servicios que podría realizar una persona con retraso mental.
Desarrollo retrasado
Junto con un coeficiente intelectual bajo, las personas con discapacidades mentales a menudo tienen un desarrollo retrasado. Durante los años preescolares, los niños tendrán una coordinación motora equivalente a la de un niño de tres años y es posible que aún no hablen. Los niños mayores tienen una edad mental equivalente a 8 nos y pueden viajar solos a lugares familiares. Los adultos podrán cuidarse solos con poca supervisión, pero necesitarán ayuda con las finanzas y para tomar decisiones importantes.