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El olfato canino es una de las funciones más importantes de un perro. El olor influye en varios aspectos de la vida canina, incluida la conducta alimentaria, la interacción social y la reproducción. El sentido del olfato de un perro combinado con su inteligencia le permite servir como olfato para los humanos, razón por la cual los perros rastreadores son esenciales para la policía. Sin embargo, algunos factores clave pueden hacer que los animales pierdan ese sentido.
Inhalar un cuerpo extraño
Un cuerpo extraño puede inhalarse y alojarse en el conducto nasal. Esto suele ocurrir cuando el animal pasa tiempo jugando en la calle. El barro, la hierba y el suelo suelen ser lo suficientemente pequeños como para entrar en el tracto respiratorio, pero demasiado grandes para pasar por ese punto. Aunque es menos común, un problema similar puede ocurrir en interiores si el animal succiona los hilos sueltos de una alfombra o pequeñas partículas de polvo. Por lo general, un veterinario puede retirar el objeto inhalado sin mucha dificultad, ya que esto es algo común, que solo causa una disminución temporal en el sentido del olfato del perro.
Alergias
Las alergias pueden provocar una pérdida temporal del olfato. Suelen ser estacionales, ya que las más comunes son causadas por granos de polen u otras fibras vegetales. A veces provocan estornudos y pueden afectar uno o ambos conductos nasales. Si se desarrolla una alergia, el único signo de malestar son los estornudos. Todos los demás factores del estilo de vida (comida, hábitos de bebida y juego) tienden a seguir siendo los mismos.
Infecciones
Las infecciones más comunes se desarrollan en los dientes del animal. Sin embargo, pueden extenderse y llegar a la nariz. Pueden ocurrir otras infecciones dentro de las membranas de la nariz. Las infecciones bacterianas, virales o fúngicas en esta área pueden desencadenar afecciones crónicas si no se tratan.
Tumores
Estos son más comunes en perros mayores. Los signos de un tumor intranasal incluyen secreción sanguinolenta de un conducto nasal y estornudos. El tumor se desarrolla progresivamente durante seis a ocho semanas y los estornudos se vuelven más frecuentes. El tumor más común es el cáncer en las fosas nasales, predominantemente entre perros con hocico largo. Los primeros signos incluyen pérdida del olfato, secreción de uno de los conductos nasales, deformidad facial y ablandamiento de los dientes. El cáncer nasal generalmente progresa durante un período de tres meses hasta que se diagnostica al animal. Los síntomas iniciales son aplicables a otros problemas relacionados con la nariz, lo que dificulta el diagnóstico instantáneo de un perro. Los tumores suelen ser difíciles de tratar: aproximadamente el 68% de los perros con cáncer nasal no se curan, incluso con el mejor tratamiento.