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Teniendo en cuenta lo blancos y fuertes que son los dientes, se podría pensar que están hechos de hueso. Pero ese no es el caso, los dientes y huesos fuertes comparten un componente llamado hidroxiapatita. La composición química del diente se puede entender más fácilmente cuando se analizan por separado los cuatro tejidos que lo componen: esmalte, dentina, cemento y pulpa.
Esmalte
El esmalte, una capa blanquecina, es la parte más dura y mineralizada de los dientes y el cuerpo. Aproximadamente el 96% del esmalte consiste en un mineral llamado hidroxiapatita, que también constituye aproximadamente el 50% de un hueso. El otro 4% está compuesto por agua y materia orgánica. Debido a esta alta concentración de poder mineral, el esmalte es lo suficientemente fuerte como para soportar el estrés de morder, masticar y triturar. Sin embargo, esta misma característica hace que el esmalte sea frágil y susceptible a grietas y rayones.
Dentina
La dentina, una sustancia amarillenta, constituye la mayor parte del diente. Ella es la encargada de darle color al diente. La dentina, menos mineralizada y quebradiza que el esmalte, con un 70% de minerales (hidroxiapatita y fosfato cálcico), un 20% de materia orgánica (principalmente proteínas) y un 10% de agua, actúa como soporte del esmalte. Debido a que es más suave que el esmalte, es más probable que la dentina se deteriore.
Cemento
El cemento, una sustancia amarillenta que recubre la raíz del diente, es incluso más suave que el esmalte y la dentina. La hidroxiapatita es su componente principal y comprende alrededor del 40%. Las proteínas, principalmente el colágeno (la proteína más abundante en los seres humanos), constituyen aproximadamente el 33% del cemento, mientras que el agua constituye el 22% restante. La función del cemento es ayudar a asegurar el diente al hueso de la mandíbula y asegurar su estabilidad.
Pulpa
Al ser el "nervio" del diente, la función más importante de la pulpa es formar dentina a través de células en su superficie externa, llamadas odontoblastos. La pulpa está formada por vasos sanguíneos y nervios. Entre las células que forman la pulpa se encuentran los glóbulos blancos, como los macrófagos y los linfocitos T.
Remineralización
Los investigadores creen que el flúor, una versión del elemento que se encuentra en la pasta de dientes, es un factor importante en la remineralización de los dientes. Una vez que el flúor entra en contacto con la superficie del diente, atrae otros minerales. Por lo tanto, tal exposición reduce la caries dental.