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HouseTask.com describe el óxido como "un tipo de corrosión que ataca a los metales ferrosos, como el acero y el hierro, cuando se expone a una mezcla de agua, oxígeno y dióxido de carbono". El óxido puede atacar incluso a los refrigeradores más limpios. Una vez que aparece, se puede propagar rápidamente. Es muy importante quitarlo lo antes posible, ya que la exposición prolongada al óxido puede arruinar su apariencia y debilitar su refrigerador, lo que le obligará a comprar otro.
Quitar el óxido de un refrigerador
Paso 1
Limpiar la zona afectada con un paño húmedo y un poco de detergente. Frote firmemente para asegurarse de que no queden partículas de comida en la superficie y elimine el exceso de suciedad y grasa.
Paso 2
Mezcle 1/2 cucharadita de sal con 1 cucharada de jugo de limón. Esto formará una pasta acuosa. Frote la pasta sobre el área oxidada. Deje la mezcla en contacto con el óxido durante unas horas y luego límpiela con un paño húmedo.
Paso 3
Mezcle vinagre con agua en un vaso pequeño u otro recipiente. Puede hacer esta mezcla más fuerte agregando más vinagre que agua, o más débil agregando más. Aplica la mezcla en las áreas oxidadas del refrigerador y frota con el lado áspero de una esponja para platos. Deje reposar la mezcla durante una hora y luego límpiela con un paño húmedo.
Paso 4
Utilice un removedor de óxido industrializado. Si los productos naturales no han eliminado el óxido, compre un producto que disuelva el óxido. Están disponibles en ferreterías. Simplemente aplique el producto sobre la zona oxidada y déjelo reposar. Cuando haya desaparecido el óxido, limpie su refrigerador con un paño húmedo.
Paso 5
Lije el área libre de óxido, limpie con un paño y, con el cepillo, aplique una capa de imprimación antioxidante comprada en una ferretería. Aplique una capa (si es posible) de pintura similar a la original. Esto evitará que vuelva a aparecer el óxido.