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La expresión al dente hace referencia al punto que se aplica a la pasta, el arroz o las verduras y significa que el alimento debe cocinarse hasta que conserve la firmeza suficiente para ofrecer un poco de resistencia a la picadura. El centro de la masa hasta el diente no debe ser demasiado duro, pero tampoco demasiado blando o sin consistencia. El método recomendado para cocinar pasta de lasaña al dente es ligeramente diferente al que se utiliza para otros tipos de pasta, como los espaguetis.
Paso 1
Hervir 6 L de agua con sal y 2 cucharadas de aceite de oliva en una cacerola grande a fuego alto. Aunque no se recomienda agregar aceite al agua para hervir la pasta, ya que evita que la salsa se adhiera, la pasta larga y plana de la lasaña es una excepción a la regla. El aceite evita que la masa se pegue.
Paso 2
Agrega la masa de lasaña al agua hirviendo, revolviendo y dejando que vuelva a hervir. Su receta puede pedir un paquete de 900 g de masa de lasaña o parte de ella.
Paso 3
Cocine la masa de lasaña durante unos ocho a 10 minutos, parcialmente tapada y revuelva varias veces.
Paso 4
Prueba la punta de la masa quitando un trozo antes de que finalice el tiempo de cocción y mordiéndolo. El área blanquecina en el centro de la pasta cruda debería desaparecer cuando esté lista.
Paso 5
Escurre la pasta de lasaña al dente con un colador para eliminar el agua o retira la pasta del agua, una a la vez. También es posible sacar la masa de lasaña cocida del agua caliente con una espumadera metálica y colocarla en un recipiente con agua helada hasta que se enfríe. Luego coloca los trozos de masa en capas, separándolos con paños de cocina húmedos en una bandeja para hornear hasta que llegue el momento de armar el plato de lasaña.