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La raíz de jengibre fresca puede deshidratarse en casa y convertirse en polvo para usar en la cocina. El jengibre en polvo le da a los platos y postres un sabor diferente. Se puede agregar a carnes, guisos, arroces, pasteles y galletas. El jengibre fresco se vende en la mayoría de los supermercados y ferias. Es relativamente barato y dura mucho tiempo.
Paso 1
Pele dos rizomas de jengibre fresco con un pelador de papas en una mesa o mostrador. Retire la capa exterior, que es dura, y deséchela.
Paso 2
Forra un plato grande con papel encerado. Con un rallador, ralle el jengibre fresco sobre el papel. Tomará la forma de tiras finas.
Paso 3
Forra una bandeja para hornear grande con papel encerado y ponle el jengibre rallado. Extienda el jengibre de manera uniforme.
Paso 4
Coloque la sartén en un lugar seco y ventilado de la cocina donde no la molesten. Cubra con papel encerado para protegerlo de insectos y otras partículas de comida. Voltea el jengibre rallado una vez al día con las pinzas y reemplaza el papel encerado a diario hasta que la raíz esté seca.
Paso 5
Muele el jengibre rallado en el molinillo de especias, molinillo de café o incluso en el procesador de alimentos. Colóquelo en frascos de vidrio y tápelo. Almacene en un lugar fresco y seco, como el armario de la cocina.