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El barniz es un acabado tradicional que suele cepillarse por su viscosidad. Dado que es espeso, muchos pulverizadores no se adaptan al barniz a menos que se agregue un diluyente. Los pulverizadores funcionan atomizando pequeñas partículas de laca o barniz en el aire. Cuando las partículas se rocían sobre la superficie de madera, se pegan y, en presencia de oxígeno, comienzan a secarse. El diluyente de pintura se puede utilizar para ayudar a atomizar las partículas de la pistola rociadora.
Paso 1
Vierta 2 litros de barniz en una lata de pintura limpia.
Paso 2
Vierta 500 ml de disolvente o trementina en la lata con el barniz y mezcle con un palito.
Paso 3
Vierta 1 litro de la mezcla en el recipiente a presión de la pistola pulverizadora. Mantenga la pistola a 20 cm de algunas piezas de madera y pinte un patrón de 15 cm de largo.
Paso 4
Vierta el resto del barniz de la pistola nuevamente en el balde si no ha rociado un patrón consistente o si se obstruye o falla.
Paso 5
Agregue más solvente, 1 taza a la vez en la lata. Mezcle y pruebe hasta que el barniz salga de la pistola con consistencia en un patrón homogéneo.