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El dolor de cadera en los perros generalmente ocurre debido a dos cosas: displasia o artritis. También hay causas menos comunes, como panosteítis, enfermedad de Lyme, cáncer o simplemente una lesión. Su veterinario debe determinar la causa del dolor antes de comenzar un plan de tratamiento. Una vez que sepa la causa, hay varios enfoques que puede elegir para mantener a su perro cómodo.
Tipos
El dolor de cadera se origina en los músculos, ligamentos conectivos o huesos. Es común en perros mayores que tienen displasia leve o artritis (las dos a menudo ocurren juntas). La rigidez o los errores al levantarse después de una siesta o después de hacer ejercicio son síntomas clásicos. El perro también puede saltar como un conejo en lugar de caminar normalmente.
El dolor de cadera en perros más jóvenes puede ser panosteítis, que esencialmente aumenta el dolor cuando el crecimiento rápido causa inflamación de las articulaciones, signos tempranos de displasia o distensión muscular. En casos menos comunes, el dolor de cadera puede ser un signo de cáncer.
Diagnóstico
Dado que los perros no pueden decirnos exactamente dónde duele, la ubicación del dolor puede ser difícil de determinar. El dolor que se origina en el tobillo, la rodilla o incluso en la parte baja de la espalda se puede confundir por error con dolor en la cadera. Si cojea y persiste durante dos días o más, es necesario informar al veterinario. Hará un examen de la articulación, sentirá la holgura del músculo y los movimientos que están impedidos. Puede ver al perro caminando, sentado y marchando y, a menos que la causa sea obvia, se le hará una radiografía. Puede derivar al perro a un ortopedista para un diagnóstico y plan de tratamiento.
Consideraciones
En el caso de panosteítis o distensión muscular, es probable que el tratamiento sea tan simple como ejercicio restringido o tal vez medicación antiinflamatoria durante una o dos semanas. El tratamiento para los problemas de espalda baja o el cáncer es complejo y depende de varios factores, incluida la situación económica del propietario (ambos tratamientos pueden ser muy costosos) y el diagnóstico específico.
La displasia está clasificada por la Animal Orthopaedic Foundation (OFA) en una escala de leve a grave. Los perros con cadera displásica tienen el hueso de la articulación que encaja perfectamente y esto puede ser muy doloroso. La displasia leve generalmente se puede administrar con una dieta adecuada, control de peso y ejercicio. La displasia severa generalmente requiere un reemplazo de cadera mediante cirugía para aliviar el dolor.
La artritis se controla mejor con un enfoque multifacético, utilizando medicamentos antiinflamatorios no esteroides como Rimadyl o Deramaxx, control de peso y tratamientos complementarios.
Tratamientos complementarios
Los tratamientos complementarios para el manejo del dolor se pueden usar junto con, o en lugar de, un tratamiento alopático veterinario. Estos pueden incluir procedimientos no invasivos como acupuntura, masajes y quiropráctica.
La fisioterapia está disponible para perros e incluye hidroterapia y ejercicios acuáticos. Muchos veterinarios ortopédicos cuentan con un fisioterapeuta en su personal.
Adequan es una glucosamina inyectable y muchos veterinarios lo ofrecen para lubricar la articulación y reducir la inflamación. Normalmente se administran dos o tres inyecciones durante varios días como dosis de ataque. Si el perro responde bien, el mantenimiento programado de las inyecciones se administra cada cuatro a seis semanas.
Tratamiento a domicilio
Hay muchas cosas importantes que puede hacer por el perro con dolor de cadera. Lo más importante es asegurarse de que el perro sea delgado. Los perros con sobrepeso sufren muchos problemas de salud que los perros delgados y el sobrepeso puede agravar el dolor articular.
Ejercita a tu perro. Los músculos fuertes pueden compensar las articulaciones débiles. Los perros con displasia leve y artritis pueden vivir una vida plena y completa e incluso competir con otros perros en deportes de agilidad, campos de entrenamiento e incluso en técnicas de entrenamiento.
Agregue suplementos nutracéuticos como glucosamina, condroitina y aceite de pescado a la dieta de su perro. Considere alimentarlo con una dieta cruda o casera, o una dieta sin granos. Una dieta alta en proteínas y baja en granos y carbohidratos puede ayudar a muchos perros con artritis, displasia leve y otras formas de dolor articular.