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La disfunción temporomandíbular (DTM) es un trastorno de la mandíbula que involucra los músculos que controlan sus movimientos. La articulación temporomandíbular es una de las articulaciones más complejas del cuerpo y los disturbios surgen cuando hay un desequilibrio en el movimiento del cráneo y la mandíbula, con los músculos que la mueven. Sin embargo, varios ejercicios simples pueden fortalecerlos, aliviando el dolor y la incomodidad.
Ejercicios DTM (Jupiterimages / Pixland / Getty Images)
Posibles causas y síntomas de trastornos de la DTM
Los trastornos de la articulación temporomandibular a menudo se denominan "DTM", aunque este término sólo se utiliza para las articulaciones de la mandíbula. Los trastornos pueden ser causados por trabajo ortodóntico, trauma facial o incidentes más sutiles, como apretar o crujir los dientes. Incluso el simple hecho de sostener el teléfono entre el hombro y la cabeza puede desencadenar síntomas de DTM, que pueden incluir: sonidos de estallidos al abrir o cerrar la boca, limitación del movimiento o bloqueo de la mandíbula, y dolor en la mandíbula, cara o cuello .
Ejercicio 1
Morda y mire, en el espejo, la posición de los dientes incisivos centrales sobre el maxilar inferior. Abra la boca lentamente, tratando de mantener la mandíbula inferior centralizada. Repita 10 veces.
Ejercicio 2
Enganche la palma de la mano debajo de la barbilla y abra la boca lentamente. Proporcione una pequeña resistencia a la apertura de la boca. Repita 10 veces.
Ejercicio 3
Abra la boca unos 2,5 cm. Mueva el maxilar inferior, el máximo que pueda a la derecha y luego hacia la izquierda, de manera que sea cómodo hacerlo sin necesidad de abrir más la boca. Repita 10 veces para cada lado.
Ejercicio 4
Cierre suavemente los dientes, unos contra otros, y coloque la punta de la lengua en el cielo de la boca, justo detrás de los dientes delanteros. Manténgalos cerrados y lleve la punta de la lengua hacia atrás, a lo largo del cielo de la boca, hasta llegar a la parte blanda (paladar blando). Abra la boca lentamente y mantenga la lengua en el paladar. Deje de abrirse cuando la lengua deje de tocar el cielo de la boca, o si siente algún dolor o oye chasquidos. Mantenga esta posición durante unos segundos y luego relájese. Repita una o dos veces al día.