Contenido
- Entrada con rampas inclinadas
- Rampas de entrada al nivel de la piscina
- Elevadores de piscinas
- Paredes de transferencia
- Sistemas de transferencia
La accesibilidad para minusválidos es una exigencia del gobierno para edificios públicos. Sin embargo, algunas estructuras disponibles al público, como las piscinas, no tienen esa exigencia. Algunas ofrecen opciones de accesibilidad a los discapacitados, permitiendo que los que se encuentren en sillas de ruedas u otras formas de discapacidad las aproveche. En realidad, las piscinas pueden ser terapéuticas para los discapacitados.
Entrada con rampas inclinadas
Una entrada inclinada en una piscina es la manera más fácil de hacerla accesible. Estas rampas se hacen en los mismos patrones que las rampas terrestres de accesibilidad para minusválidos. Los pasamanos son necesarios en ambos lados de la rampa, con un espaciamiento de al menos 90 cm entre los rieles. La rampa debe ser de material antideslizante. Las sillas de ruedas no son recomendables para uso sumergido, pero hay sillas de ruedas especiales para uso en agua, hechas de tubos de PVC.
Rampas de entrada al nivel de la piscina
Muchas piscinas construidas para el uso de personas con discapacidad poseen una rampa de entrada construida a nivel de la piscina. Estas rampas son una parte del piso de la piscina y permiten que un deficiente entre poco a poco en el agua. Esta entrada es paralela al suelo y disminuye gradualmente al entrar en la piscina, hasta que la persona esté completamente en el agua. Estas rampas son ideales para sillones, e incluso para los niños pequeños.
Elevadores de piscinas
Una persona que tiene dificultad en bajar una rampa se beneficiaría de un ascensor de piscina. Estos elevadores deben estar situados a una profundidad de no más de 1,20 m para permitir que alguien auxilie de entre la piscina. Hay varios tipos de asientos, pero todos deben tener al menos 40 cm de diámetro. Todos los ascensores de piscina deben ser capaces de soportar hasta 135 kg. Las personas que los utilicen deben ser capaces de operar de forma independiente, desde su estado de parada hasta la piscina. Se necesitan apoyos para los pies en todos los ascensores. El ascensor debe bajar a por lo menos 45 cm de la superficie del agua.
Paredes de transferencia
Algunas piscinas están equipadas con una pared de transferencia para ayudar a las personas con discapacidad a entrar. Estas paredes se utilizan generalmente junto con otro dispositivo de acceso, como una rampa. Ellas tienen una o dos barras que permiten al individuo dejar su silla e ir a la piscina. La pared debe tener entre 40 y 48 cm de altura, y las barras de apoyo deben ser de 60 cm de distancia. La pared debe ser de 30 a 40 cm de ancho para permitir que alguien se siente en la parte superior y tener al menos 1,50 m de longitud. Las esquinas deben ser redondeadas para evitar golpes y lesiones.
Sistemas de transferencia
Los sistemas de transferencia, similar a las paredes de transferencia, son maneras de una persona con discapacidad de dejar su silla de ruedas y entrar en la piscina. Una plataforma de 48 cm de profundidad de 60 cm de ancho debe estar ubicada en el borde de la piscina, desde un dispositivo de movilidad. Los escalones descienden de la plataforma al agua. Estos escalones deben tener al menos 20 cm de diferencia entre uno y otro. Todos los peldaños deben tener de 35 a 43 cm de profundidad y 60 cm de ancho, con bordes redondeados para evitar lesiones. Una barra de apoyo debe estar presente a lo largo de los escalones a una altura de 10 a 15 cm.